Diego mío.

Ana Víquez

Cuando te apareces me acuerdo de París, copas en par y letras a raíz.

Serio, como siempre, y el rojo posa en tus ojitos, que dejas descubiertos cuando nos sabemos bien solitos. 

Nerviosa de tristeza se asoma una sonrisa, húmedo recuerdo que hace camino como soldadito en prisa.

Cuando te apareces teñido a tinta mi paladar te saborea y oigo voz de hombre que siempre al alba mañanea.

Sí, aún no deseo que te vayas aunque no me quieras, ¿cómo callarte mente mía si gusto tanto por las letras?


Y morando entre dos Santos te imagino caminando envidiando el piso y el asfalto, envidiando cada grada que por tus pies es maltratada. 

Cuando te apareces eres color gris, blanco porque quiero y negro por mi anhelo, de oirte recitando mis poemas lejos de tu cielo.


Cuando te apareces, dí, ego mío, que no me importa si lo lee, que para eso lo he escrito y por gusto propio en estas letras, sus memorias resucito.

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  • Autor: Ana Víquez (Offline Offline)
  • Publicado: 17 de julio de 2018 a las 05:00
  • Categoría: Amor
  • Lecturas: 18
  • Usuario favorito de este poema: Ana Víquez.
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