LA HERMOSURA DEL FANGO

oscar perdomo marin

La hermosura del fango

 

  Negra: el agua sin fondo que mirar. Ni cocuyos anfibios, buceando en las profundidades; ni piratas náufragos, escarbando en el fango maloliente con la pretensión de encontrar lombrices o ácaros de metal o ambrosías misteriosas en la mesa de anguilas ciegas.

  Sobre el espejo oscuro y corredizo del agua inicié mis premisas marineras. Fui capitán de un barco de papel con su quilla de tela de araña, abriéndose paso entre azarosas corrientes. Desde mi barco de papel contemplé muchos puertos y países; pueblos de lodo y basura, de casuchas redondas y cuadradas. Observé calles bombardeadas por un ejército marrón cubierto de corazas; integrado por cientos de batallones de ágiles guerreros depredadores: cucarachas lustrosas, héroes de mi inocencia lejana.

  Mi mundo sin juguetes era fantástico y nunca jamás conocí algo igual, ni aún cuando supe de pirámides y templos, de una princesa tuerta llamada Nefertiti. Nueva York no me sorprendió cuando la visité muchos años atrás; tampoco otras maravillas que descubrí en los viajes por cuatro mil mares que navegué hacia adentro cuando buscaba respuestas a un millón de preguntas enterradas en el silencio de la ansiedad nunca satisfecha: todo lo que quise ser de niño cuando caminaba con el Príncipe Valiente en las breves historietas inconclusas por entrega en algún diario dominical. Eran  mis días intensos de inacabados descubrimientos oníricos, de cuando saltó de un lejano planeta un sapo de mil colores fosforescentes e hizo añicos el agua en diminutas gotas. Aquello me pareció un espejo partido en todos los pedacitos de la tierra y en cada trocito descubrí lejanas constelaciones. Así sin conocer los regalos del Niño Jesús ni de la Noche de Reyes, fui monarca de un universo mío, hace bastante tiempo, cuando el mundo se reducía a mi imaginación temprana. Mucho después, ya grande, me hice pequeñito y descubrí ¡Por fin! La enorme trascendencia de la acequia maloliente en cuyo espejo dibujé mis primeros sueños infantiles.

  • Autor: oscar perdomo marin (Offline Offline)
  • Publicado: 15 de julio de 2018 a las 18:02
  • Categoría: Sin clasificar
  • Lecturas: 10
Llevate gratis una Antología Poética ↓

Recibe el ebook en segundos 50 poemas de 50 poetas distintos


Comentarios1

  • oscar perdomo marin

    Este texto es un retrato de añoranza de mi hermosa infancia. La pobreza fue para mí, un juguete deslumbrante...y ¡Que bueno! no tener reservas con el pasado.



Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.