EL PRIMER BESO

Alfredo Daniel Lopez

 

 

 

EL PRIMER BESO

 


Era una hermosa noche,
una noche de verano.
Caminando juntos al borde del mar,
y la luna llena alumbró con toda su poder, ello hacía parecer que la noche
-para nosotros-
era tan intensa
como lo había sido el día.
Un esplendoroso día de enero
en pleno apogeo
del verano limeño. 

 

Y me acerqué a ti...
temeroso e inocente. 
Te cogí timidamente de la mano,
pensando en decirte algo bonito
pero se me enrocaron las palabras,
y de mi boca seca y mustia
no emanó ni un solo verso.

 

Un sudor frío recorrió toda mi espalda,
mientras una suave brisa acariciaba mi cara
y yo intentaba mantener el equilibrio
en aquella playa de piedras,
de cantos bien rodados
y sin aristas que puedan
hacernos daño.
Tú preferiste caminar por la acera, 
yo decidí templar el pulso
buscando el equilibrio entre las piedras, 
aquel equilibrio que a mi vida le hacía falta.

 

Quise decir algo que me ayudara:
tal vez a cortejarte,
tal vez a impresionarte,

tal vez a enamorarte 

y me quede en el tal vez.
Porque se me fueron las palabras, 
se las llevo la noche
cansada de mi timidez
y mis continuos reproches.

 

Caí entonces
en un estado 'cuasi' catatónico,
me sentí otra vez tonto

otra vez lento en tema de amores.
Deseaba parecer listo
un muchacho mayor
con más experiencia en temas de amor,
pero así no era yo.
Yo era el del beso y la flor,
el de la larga conversación,
el que quiere conocer antes que poseer,
el que sueña con amar más el alma que el cuerpo...
el joven lerdo que nunca encajó en su lugar ni en su tiempo.

 

Como era de esperar,
ese beso aquella noche
arropados por la luna
y cobijados por el ancho mar, 
no llegó... no lo conseguí dar.

 

A mis 18 años
aún no había dado
ese mi primer beso enamorado,
además era un chico

muy tímido con las chicas.

 

Solo sé que me gustaste mucho
desde el primer momento que te vi.

Que ya habían pasado casi tres semanas desde el día que te conocí,

en aquella fiesta por los Santos Inocentes,

en mis tristes días

que unieron la Navidad del 84' y el año nuevo del 85'.
Desde entonces mi corazón latía fuerte

cada vez que contigo estaba. 
A veces mis piernas me temblaban, 

mi mente devariaba, 

mis sueños y temores me poseían 
y mi lógica por completo me abandonaba, 
dejándome solo e indefenso
ante los entresijos del enigmático amor.
Y yo a eso... 
a eso... al echo de sentirme vulnerable
le tenía -y aún le tengo- mucho miedo.



Desde tiempo atrás
no paraba de soñar
de un suspiro lanzar
por querer una boca besar.

 

¡Y llegastes tú!,
con aquel vestido amarillo

por debajo de las rodillas

y con los hombros desnudos
que junto con tu cara de niña buena,
y con tu media melena al viento,

me dejaron desde entonces enfermo, 

mirando tus ojos castaños y tu cabello negro
y aquel encaje
que los bajos de tu vestido
que se encargaron

de hipnotizar mis sentidos. 

Así en toda aquella noche

no miré en otra dirección

Entonces comprendí

que por ti ya estaba perdido. 

 

Con tus lentes de carey
y la sonrisa siempre a flor de piel,
sobresalias como un rosal en medio de la estepa.


En medio de la fiesta
donde todos reían y bebían,

timorato me sentí 
y me escondí en un rincón
buscando la protección
del recuerdo de mi abuela,
la que hace poco
se marchó para el cielo
y una parte de mi niñez
se marcho con ella en su vuelo.

 

¿Pero qué hago aquí, -me pregunté- con mamá Graciela recién muerta... 
y yo queriendo reír en ésta fiesta?
¡Esto no hay quien lo entienda! 

 

Y Maria se me acercó.

- Hugo ¿vamos a bailar? 

 


Continuará...

 


Un beso y una flor
Alfredo Daniel Lopez
15 - 07 - 2018

 

 

P. D. La foto corresponde al malecón de La Punta, en el distrito del Callo. Lima - Perú. 

 

  • Autor: Alfredo Daniel Lopez (Offline Offline)
  • Publicado: 15 de julio de 2018 a las 16:57
  • Comentario del autor sobre el poema: Desempolvo del baúl de los recuerdos, allí donde anidan decenas de bosquejos de prosa todos ellos incompletos. Este relato que es de hace cinco años. Es de la poca prosa que me atrevo a escribir si bien es cierto la he editado e intentado corregir errores semánticos y de sintaxis. Me da miedo escribir en prosa, escribir con tanta libertad no lo creo algo mío. Prefiero 'mi caja de zapatos', mis versos clásicos, donde arropado por la cuadrículada métrica, la definida rima y seguro ritmo interno, me siento cómodo como un pez en su pescera, así es más fácil que pueda expresar lo que pienso y lo que siento. Sé por lo tanto en cada poema, cuando empiezo y cuando debo terminar. Gracias a todo aquel que me lea y me tenga paciencia. Agradeceré cualquier consejo y/o crítica siempre que ésta aporte algo positivo en pro, de saber como mejorar esta exigua forma de narrar, y de saber si este relato da para otra entrega o lo guardo para siempre en el rincón de los objetos de mi olvidos, donde tengo -como ya dije- otros bocetos apilados sin ton ni son. Saludos a todos que tengan un buen domingo y, mañana, un buen inicio de semana.
  • Categoría: Cuento
  • Lecturas: 47
  • Usuarios favoritos de este poema: anbel, María C..
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Comentarios2

  • anbel

    Alfredo, es precioso lo que has escrito. Además de bonito es tan fluido que se lee solo. Yo por mi parte espero la continuación.
    El primer amor siempre se debería recordar con cariño, pues es cuando sensaciones nuevas, en parte desconocidas se hacen presentes a flor de piel, con esa mezcla de gusto, temor e inquietud... Y esas mariposas en el estómago que para mi son fundamentales...
    Me Incomoda un poco y ya te lo he dicho más de una vez esa inseguridad que reflejas al escribir. Eso tiene que desaparecer, escribe en primer lugar para ti, porque te gusta hacerlo y te desahogas... El resto es pura añadidura... Así que no pidas permiso para publicar su continuación... Hazlo si te apetece y no mires más que eso.
    Yo por mi parte espero la continuación.
    Te he dicho ya que me ha encantado, ¿verdad?. Un besiño. Con cariño Ana.

    • Alfredo Daniel Lopez

      No te pude responder en su momento mi querida Ani, ya que a veces me dejo obsorver por los remolinos que alborotan mi mente.
      Agradezco y agradeceré siempre ese apoyo tan grande que a mis letras has dado. No sé como seguirá la historia, no lo sé pues van fluyendo las ideas conforme voy dando vida a Hugo, y, según me voy sintiendo ya que mi sentir interactua directamente con el devenir del relato.
      Siempre he dicho que eres una bocanada de aire fresco en mi vida. Ahora he repasar todo lo anteriormente escrito y corregir muchos errores gramaticales antes de hacer la segunda entrega. Sin embargo que no la escriba -la continuación de ésta historia- no quita ni un gramo del inmenso y gran pensamiento que por ti siempre tengo, ni tampoco quita un ápice la emoción mi querida Ani de saberme por ti leído, valorado y querido. Sigo a la espera de ese mágico momento, del café con hielo en la Plaza Mayor de Madrid.
      Te quiere con todas sus fuerzas, Fran "tú desastriño".

      Un besiño mi amada mujercita gallegita y seas feliz, esa es mi mayor ilusión.
      Un beso y una flor.

    • María C.

      Muy bonito ALFREDO, el primer beso jamás se olvida
      Un abrazo con esa flor que vendrá primorosamente gentil

      • Alfredo Daniel Lopez

        Sí María, ese primer beso enamorado nunca se olvida, pero aquí nuestro amigo Hugo, estuve cerca pero al final 'se quedó con las ganas'... ¿Dará o no dará ese su primer beso de amor? ¿A qué le sabrá ese beso enamorado?
        Aún queda relato para el que desea seguirlo.

        Un beso y una flor querida María.

        • María C.

          Espero que si Alfredo Daniel.
          Yo seguiré el relato, eso seguro.
          Petonets.



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