Yo no sé lo que me ocurre cada vez que entro allá, donde está él.

Eva

Yo no sé lo que me ocurre cada vez que entro allá, donde está él.


Es que cada vez que entro allá mi nombre se queda fuera. Lo que entra no es más que una sombra de lo que soy yo. Es miedo, confusión, inseguridad, amnesia. Es dejar fuera mi realidad. Es entrar a una realidad paralela y para entrar me dejé lo que soy yo fuera.

 


Mi nombre da un paso atrás y no cruza la barrera. Esa es la verdad. Fuera queda mi historia, quien soy yo, de donde vengo y a donde pretendo ir. No puedo ser yo, pues fuera dejé una parte de mí.

 

Y cuando regreso de ese viaje astral tengo un vago recuerdo de nuestro encuentro, de sus palabras, que ahora las recuerdo viejas, lejanas, como salidas de otra boca, no la suya, como escuchadas por otros oídos, no por los míos, como sentir una caricia mientras dormías y al despertar dudas sobre si fue real o un sueño.

 


Es mi nombre. Se vuelve incontrolable, no lo puedo coaccionar, ni someter, ni adiestrar. No lo puedo convencer para que me respalde, me acompañe, me de fuerza, coraje, atrevimiento, como mirarle a los ojos sin la terca sensación de desfallecer si es que se me acerca. Como para tener consciencia de cada uno de sus detalles y después, en el futuro próximo, recordarlos y deleitarme con ellos. No. Luego no queda nada.

 


Yo no sé lo que me ocurre cuando entro allá, donde está él, pero si la razón. Mi nombre se delata, llámalo cobardía, llámalo timidez, porque delata los sentimientos que albergo por él y que, por alguna razón, en secreto lo quiere mantener.
El amor tiene mil expresiones y formas y todas se han de vivir y todas se han de experimentar, unas serán más aventuradas, otras nos desatan en la incomprensión de nuestros actos. Otras nos dejarán devastados, hay las que nos darán la felicidad.

 


Yo no sé que me pasa cuando entro allá donde está él. Entro al desnudo, solo con mi alma. Indefensa y a la deriva. Sin rastro de mi ayer sin la presencia de mi hoy. Me desdoblé y mi yo quedó fuera. La parte de mí que entra quizá sea una pequeña esencia que se deja llevar por una nube irreal.
Y me dejo llevar... y me pierdo… y después, con tristeza me encuentro. La tristeza de que ya es tarde porque ya todo pasó.

Todo pasa muy rápido.

Demasiado.


Eva.

  • Autor: Eva (Offline Offline)
  • Publicado: 24 de junio de 2018 a las 11:24
  • Categoría: Sin clasificar
  • Lecturas: 32
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