El Pasillo de los Sueños Rotos (Parte III)

Marcela Miranda Rodríguez

Intento hallar una salida, 

la puerta por la que entré parece haber desaparecido.

Y todo aquello que creí conocer

es ahora un lamento.

 

Lamento que acaba cuando dejo abrir mi corazón,

La Caja de Pandora absorbe nuevamente las lágrimas derramadas

y con un golpe que hace eco, 

se cierra repentinamente.

 

Me acerco a ella, empapada,

y llevo la llave de mi corazón en mi mano izquierda,

mientras que con la derecha,

abro la caja musical una vez más.

 

Mariposas revolotean y susurran mis sueños,

sueños que he recuperado.

Deposito la llave de plata envejecida dentro,

para entregarte la caja musical a ti.

 

Me miras y la abres,

mientras que los acordes de nuestra canción suenan

y la bailarina hace lo suyo,

vestida con un tutú de oro rosa.

 

Sacas la llave con incrustaciones de amatista

y la caja que antes era roja sangre, 

ahora es rosa,

como mi vestido.

 

Y bailamos mientras Andrómeda nos observa, 

y cantamos nuestra canción mientras Pavarotti ríe,

y saltamos hasta tocar las estrellas,

y nos miramos con una sonrisa en los ojos.

 

Y las mariposas susurran mis sueños

y no hay más lágrimas por derramar,

y soy feliz con lo que veo,

y soy feliz frente a este espejo.

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Comentarios3

  • Franklin Duran

    El mundo no vuelve a ser el mismo cuando le agregamos un buen poema.La poesía no tiene tiempo, el que la lee la rescata, la hace presente y luego la regresa a su eternidad.
    La poesía es un intento de aproximación a lo absoluto por medio de los símbolos.

  • C. Eduardo Barrios (Ex-Toki)

    Lindo final el tercer poema todo.
    Saludos

  • Wellington Rigortmortiz

    maravilloso final de la saga



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