MENOS ENAMORADO

No me quiero casar, sigo solo enamorado todavía. Quiero conocer más lugares del mundo, invertir en proyectos, guardar dinero y repetir el ciclo hasta el futuro.

Plantar árboles para compensar, todas las cartas que pienso escribirle, los libros que pretendo regalarle y las flores con las que refrescaré sus mañanas. No necesitamos ningún otro papel por el momento.

Quiero conocer más la Tierra, y contarle al oído en un baile lento, sobre los callejones de la vida que recorrí en su ausencia.

Conocer más de su mundo, aunque nunca le llegue a conocer suficiente, nunca por completo. Y perderme en el universo, de la profundidad de sus ojos cafés.

Tomado de su mano, llevándola a pedalear en la tierra y patalear en el agua, y volar con palabras acompañadas de uvas, una noche por semana, o diez al mes hasta embriagarnos de nosotros mismos.

Conocer nuestros rincones detenidamente, sin prisa, poco a poco, lentamente con los labios al oído, aflojando nuestros misterios sin siquiera soltar ningún botón.

Que nos broten alas al cerrar los párpados cada noche, y cada vez menos enamorados, busquemos en los amaneceres, el nido de nuestros brazos.