Ciudad Refugio

Desde la Atalaya de tus cerros

atisbas los yerros

de los trogloditas mercenarios

que se han hecho millonarios

echando la suerte de las prendas

de las hijas de ciudad Juárez.

No han bastado las arengas

ni las filiaciones vistiendo la desnudez

una gran interrogación

sube como vaho en la ciudad refugio

cortando la respiración

extraña forma de artilugio

de desentrañar la historia muerta

de tanta mujer probeta

que ha quedado con sus sueños en soleta

para que otras mujeres

desanden su camino en ciudad refugio

donde Benito Juárez acuclilló sus rodillas

y trenzo sus sueños a orillas de Río Bravo.

No mas muertes de heroicas mujeres

no mas llanto de las que quedan

de las que lloran a las hijas muertas

de las que solamente aparecen sus prendas.

El viento pasa silbando una carcajada

su rumor va a mas de cien kilómetros

lleva los lamentos y llantos de las caídas

de las que violaron y asesinaron

camino de Paso Norte.

Allí donde la sombra del desierto

abraza a los desalmados que alzan los aperos

con que maniatan los sueños de vida

de quienes van de Ciudad Refugio

camino a Tamaulipas o Laredo.

No se si es allí, pero es en el bajío

donde aparecen los sueños rotos

donde las mujeres de ciruela

pudren su fruto de niñas

acosadas por aves de rapiñas

que echan cartas a su virginidad

porque nadie dice nada,

porque todos callan,

porque todo en Ciudad Refugio

es silencio e impunidad.