Nena

Escucharte tan relajada,

Sentir que me podías corresponder en este llamado,

Entender que el mundo no cayo,

Se levanta de los escombros que hiciste revolver en polvo y tormenta.

 

Ahora… ¿Por qué tengo que seguir y soltarte?

Si todavía quedo resto para hacer de nuestras células un abrazo,

Para convertir cada palabra en una fantasía para la otra,

Algo que no vamos a tener con nadie,

que nadie más va a hacerlo con nosotras.

 

Te pienso muy poquito,

Ya voy cerrando las puertas a mi memoria emotiva,

A mi circulo de amor violentamente imposible.

Sinceramente desgastante,

 yo que puedo poner en juego deseos y saberte complacer.

 

Lo único que me haría sentir la alegría,
Es ver tu sonrisa en mi casa, 
¡Ángel pasional! 
¡Matrona de la agonía!
Romance mental que no está en los planes de nadie,
Y herida chillona que me cerro los ojos,
En el deseo de tu pelo.

 

Espero que tengas guardada una energía que no imagines,

Y cuando nos encontremos entiendas que nada pudo ser un error,

 todo se construyó entre murmullos mentales.

Y todas tus ilusiones puestas en un cuento,

vamos intentar escribir todo devuelta.