Una Ciudad que me habitaba

Eduardo A De Nobrega F

Habito furtivo en su vientre tranquilo

Repiro fuerte y entrecortado desde este anonimato

Mi pecho arde

Y la ciudad reposa

 

Salgo jadeante, fauses abiertas,

Ojos que deboran, palabras que se desvanecen

Salgo

Pero la ciudad parsimoniosa me engulle

Inerte

 

Peleo entre telarañas y tormentas de arena

Me exhalto

Pero solo alucino

Y la ciudad afuera, paciente, me deja

Me deja con mis malas intenciones

Me deja con mis malos habitos

Me deja con el tiempo que poco a poco me digiere

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Comentarios1

  • Ana Maria Germanas

    En esta imagen, que equilibra tu actitud batalladora, encontrando la parsimona de la estatica ciudad, has podido asimilar y trasmitir tu resignacion a transformarla, como tu muy bien lo expresas , ella te digirio, en tus propios tiempos.-
    Tu poema, me resulto increiblemente bello, su fondo, toco tu propio fondo, sigue publicando, estare atenta a tus proximos poemas.te dejo un afectuoso saludo Eduardo.-

    • Eduardo A De Nobrega F

      Gracias por su comentario, le invito a leer los poemas ya publicados

      • Ana Maria Germanas

        Te prometo que lo hare, fue un gran placer leerte.-



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