Ni poema, ni carta, ni nada...

Así se cierran los ciclos, dejando todas las puertas y ventanas cerradas con la fría realidad, quisiera sentir que es lógico, y no me mal interpretes, lo es, cuando alguien se va es para comenzar un nuevo capítulo y seguir con su vida, amar nuevamente y seguir creciendo, es solo que, no lo esperaba así, quise creer que el amor se terminó, si, que falle y fallaste, que lo arruinamos y se terminó, pero descubrir que jamás comenzó, fue más difícil de lo que pensé, descubrir que todos tenían razón, que de tu parte jamás existió el amor, eso me destrozo, fue un golpe en el estómago y no lo puedo procesar, sin embargo, quizá tenga que cambiar mi lección de esto, lo que fuera, quizá deba entender que no conocí el amor contigo, pero ahora se de traición y se lo que es una mentira viéndote a los ojos, se lo que es que te roben tu esencia y que te hagan creer que es tu culpa y que eres responsable de no poder ser amada. Hoy se que me levantaré y será majestuoso, porque nunca creeré nuevamente en una mentira tan básica como ¨Quien te ama no te acepta como eres, pues en realidad quiere que seas mejor¨ gracias por enseñarme lo que no quiero en mi vida, hasta de la basura podemos sacar provecho.

Lamento eso último, quiero que mi carta de despedida sea amorosa y comprensible, no quiero parecer demasiado herida o psicótica, quiero decirte que estoy agradecida con la vida por el tiempo que compartimos aunque no significara nada, aunque jamás fui la indicada para ti, esos años creyendo que eras el indicado me dieron días de intermitente felicidad, ahora que lo pienso, que gran idiotez eso de la felicidad intermitente, todo el tiempo me hiciste sentir que debía cambiar para ser merecedora de ti y ahora te agradezco por dejar claro que no importaba cuanto tratara jamás sería suficiente, jamás. Volveré a lo bueno, creo que volví a perder el hilo, tuvimos tardes agradables acompañándonos a no hacer nada, realmente nada.

Mejor me despido ahora, te deseo que seas feliz y todo eso. Sabes que no soy buena despidiéndome, así que... adiós.