Epitafio

Yamel Murillo



 

Era el humo de una balada nocturna
y el tedio de su soledad azul.

Era la boca del laurear tímido y los nudillos hechos polvo, queriendo derrumbar los muros del silencio asesino.

Era la herida del labio. El dominio de su virgen de sueños infames y pasados de coitos rotos.

Era el bouquet a madera y a llanto;
a bríos y orgullo traspapelado.

Era la tez pura... la fotografía de mis constelaciones revelada en el cuarto oscuro de mi cielo personal.

Era él, compás quedo en sus cabizbajos ojos; cuerda gutural detonante de una perla líquida al insinuar de un amor desesperado.

Era el estoque al corazón que defendía.

Cierta noche, apretó los dientes, los puños y una sutil injusticia...

Su par, dentro de ellos,

sintió un despedazarse lento,

como su llegada,

y precipitarse al vacío,

el último sueño.

 

Yamel Murillo

 

Incisiones
El Diario de Paloma©
D.R. 2018

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Comentarios2

  • Ӈιρριε Ʋყє ☮

    Qué bueno, Yamel !!!!

    Deleite de lectura. Maravilla.

    Un abrazo con toda mi alma

  • Joel Torres

    Me fascinó. Me dejé llevar por la imaginación de tus versos. Fantasía pura con leves acercamientos a verdades. Abrazos.

    • Yamel Murillo

      Gracias infinitas!



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