Siento el frío rumor de la ventisca
desgarrarme la espalda
el pecho cruje soledades,
el vientre ruge famélico
y el cerebro zozobra entre corales.
Que yo ya no soy yo
crepitan los espejos.
la sombra me rehuye
y enmudecen los ecos
de mis cuatro paredes,
los parpados se tornan transparentes
y el alma se acongoja entre las nieblas
de la lúgubre nada,
Y canto para espantar el miedo
pero el miedo sonríe con desprecio,
sabe que me tiene entre sus garras
desde hace milenios,
la escarcha empaña mis cristales
con sus dedos crispados
y el fuego del hogar, agonizante
deja escapar su espíritu en pavesas .
Y me lanzo a la calle del olvido
babeando los charcos
resbalando en las plastas traicioneras
y reptando en los baches,
buscando una taberna cochambrosa
donde ahogar mis angustias
pero el sino bosteza
me he dejado olvidadas la cartera
el llavero y las gafas
y las viejas zapatillas empapadas
ya no alcanzan mi zulo
me refugio entre las fauces de un cajero
vomitando mi hastío
y me pierdo bajo un lecho de cartones
empapado y mugriento.
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Autor:
Jose Luis Posa Lozano (
Offline) - Publicado: 4 de abril de 2018 a las 07:40
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 20
- Usuarios favoritos de este poema: Mauro Enrique Lopez Z., Fabián Reyes, Jhon Deivy Torres Vidal

Offline)
Comentarios1
Que bueno tu poema José Luis me ha gustado esa manera singular de tus versos
Saludos
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