La Princesita

Rafael Parra Barrios

 

La Princesita tenía seis años, cuando leyó El Principito. Ella vivía en un lugar tropical de la tierra, junto a su familia y era feliz. Le encantaba la lectura, era glotona y quería ser doctora, pastelera y pianista. Sería siempre una princesita del tamaño de su sueño y a la medida del deber ser. Sus padres le brindaban sublime amor y guíaban su vuelo emancipador, con alas de frenesí por sendas de libertad.  

En su corta trayectoria le regalaron diversos libros infantiles, pero en especial la marcó uno,  que le obsequió su papá, cuando tenía cuatro años, "El Principito", de Antoine de Saint-Exupéry. Éntonces le dedicó estas letras:

Princesita 

con amor te entrego

la historia de El Principito. 

Algún día la leerás

y la entenderás.

Se que te encantará.

Ese día estaré,

esté donde esté. 

en el cielo

o en la tierra.

contigo amor.

Tu Papá!

La Tierra, 22 de enero de 2014

I

Cuando La Princesita leyó El Principito

La Princesita al terminar de leer la historia de El Principito, estaba acongojada, porque él se había marchado. Quedó impresionada, anonadada, al igual que Antoine, que quedó muy triste cuando el principito desapareció. Estuvo tan atento y pendiente de su circunstancia, que en breve tiempo, asumió su periplo y se hizo invisible y esencial.

La princesita no daba marcha atrás con su inquietud, y se planteó hacer lo imposible por alcanzarlo. abrazarlo y besarlo. Conocerlo en vida y admirar su rosa. Quería volar por la vía láctea y ubicar su planeta. Pensaba que el principito estaría con su rosa y era menester conseguir una nave que la llevara a recorrer el espacio.  

La Princesita hablaba con su papá y con su mamá. Hacía sus tareas, dibujaba y pensaba en el principito.

En una ocasión familiar, su papa la miró y le preguntó, delante de su mamá:

____Princesita porque luces tan triste?

____Papá leí El Principito y me gustó su historia, menos el final, cuando se fue. Él estuvo acá en la tierra. Quería invitarlo a nuestra casa. Ahora debo buscarlo porque quiero conocerlo.

____Caramba princesita no será fácil ubicarlo, pero nada es imposible en la vida, si colocamos empeño. Lo imposible es posible si lo intentamos con fervor y le ponemos pasión. Es como convertir nuestros sueños en realidades cotidianas, porque insistimos sin desmayo. Sabes, a mí también me conmovió ese cuento, pero aprendí mucho, por eso cuando tu tenías cuatro años te lo regalé.

____Sí! Lo recuerdo papá. Por eso lo leí y se lo leí, a la vez, a la abuela en dos días, si en dos días. Recuerdas? La abuela estaba de visita en nuestra casa y me sentí feliz al hacerlo. El cuento tiene 123  páginas y pensé que era demasiado largo; pero es como tú dices: lo que nos proponemos, lo conquistamos; lo que soñamos lo hacemos realidad si ayudamos con fervor, y claro, con la ayuda de Dios, porque la fe es como una ilusión bonita que transformamos en existencia, en vida, en ser.

II

El Planeta Júpiter

Pasaron los días y la princesita iba al colegio. También estuvo en una fiesta. Le regalaron una pelotica y cuando estábamos en casa ella nos preguntó:

____Mamá, Papá, que es esto?

____Princesita eso es una pelotica con un cintillo, le respondimos.

Ella nos miró sonriendo, y nos respondió:

____No! Ustedes no saben nada.  Es el Planeta Júpiter! Me recuerdan a los adultos del principito, complicados, no nos entienden y se equivocan mucho. Parece que no comprenden nuestro mundo.

Nos sorprendió con su respuesta y su contraste surrealista. Enseguida evocamos el dibujo de Antoine de la boa que se tragó al elefante. Tal vez no lo hizo por eso, ella era muy ocurrente y siempre inventaba sus propias fantasías.  Entonces le dijimos:

____Fabuloso! Es el Planeta Júpiter! Estamos orgullosos de ti princesita. Eres muy inteligente.

____Uds. son unos exagerados, nos dijo.

____No amor, somos realistas. Eres una princesita, le respondimos al unísono.

____Exagerados, insistió.

____A ver princesita, que piensas hacer ahora con tu Planeta?

____Pues buscar a El Principito. Él debe estar cerca de Júpiter; debe estar por allí, compartiendo con su rosa. El la domesticó. Ella forma parte de su vida y deben estar juntos en aquella lejana estrella. La observan? Yo la veo. Es el asteroide B612. Volaré alto y al encontrar a Dios allí estará el principito, su rosa, su tiempo y su espacio. Él es un diosito que estuvo por aquí y por donde pasó perfumó el ambiente de amor. Por eso lo extraño tanto.    

 III

Su aroma es el amor

La vida de la princesita estaba colmada de buenas intenciones. Era muy noble. La bondad era inherente a ella. Llevaba la ternura en su alma y la irradiaba de manera original. El amor que profesaba era único e impoluto. No fingía, muy auténtica, por eso era una princesita. Ella preguntaba mucho y tenía mucho que aprender. Ella parecía ser la rosa del principito, pero no, ella era una rosa, pero distinta porque vivía en un planeta diferente. No se conocían. Apenas una lectura. Ella era un amor peculiar. Estabamos orgullosos de ella, así nos calificara de exagerados.

IV

Y que entendiste de El Principito

Le preguntamos en una noche de compartir familiar que había entendido de esa obra de Antoine de Saint-Exupéry, y nos sorprendió con su respuesta:

____El principito es una persona que viajaba de planeta en planeta. Vivía en un asteroide y vino a visitarnos para conocer mejor a los humanos. El gran amor e inolvidable amiga de su vida, es una rosa con cuatro espinas. Era la única compañía que tenía en su diminuto planeta. Entre los planetas que visitó se encuentran el del rey, el borracho, el farolero, el geógrafo… Son los que me llegan a mi mente. Recuerdo el dibujo del sombrero, que pensé que era una roca. Bueno, no era ni sombrero ni roca; era una boa que tenía tanta hambre que se comió a un elefante. Aprendí también que los adultos quieren que nosotros los niños los entendamos, cuando ellos por ser grandes, son los que tienen que entendernos. Además son lentos y aburridos. No nos comprenden. Son distintos a ustedes que si me ayudan. Oye mamá también hablan de los corderos. Y eso me hizo pensar en papá, a quien le digo chivo. Son familia? Somos familia? 

Nosotros taciturnos la escuchábamos; y nos preguntó:

____A donde se fue el principito? Pienso que a su planeta, pero se fue sin despedirse y eso me llenó de tristeza.

Le respondimos:

____Excelente! Maravilloso! Eres genial! Sabes la historia de El Principito. Te felicitamos!!!

____Exagerados! Ustedes son unos exagerados.

 

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  • Autor: Rafael Parra Barrios (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 23 de marzo de 2018 a las 14:11
  • Comentario del autor sobre el poema: Inspirada en la obra cumbre de Antoine de Saint-Exupéry: El Principito; y en una vivencia familiar, con mi hija, Antonella.
  • Categoría: Cuento
  • Lecturas: 52
  • Usuarios favoritos de este poema: Rafael Parra Barrios, Victor Ma. De San Lorenzo.
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Comentarios1

  • Bruno Gatica

    Hermosas letras. Saludos desde México.

    • Rafael Parra Barrios

      Saludos! Gracias por pasearte por esta vereda de letras y estimular el compromiso común que tenemos por este mundo mágico. Un abrazo desde Venezuela!



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