Todo lo perdí

Perdí la noción del tiempo, es decir, no es como si un día despertara confundida sin saber qué día es hoy, diría más bien, que me fui a la cama esperando que siempre fuera 29 de diciembre, y de pronto, por más que pasaba el tiempo, yo seguía estancada ahí, en el mes más frío y el día menos especial.

No recuerdo el día exacto de tu partida ¿No es absurdo? Recuerdo nuestro aniversario y decidí no olvidarlo nunca, pero entre las cosas que dejé pasar al vacío de mi memoria está el día de tu partida, junto a las mentiras y tu adiós disfrazado de hacer lo correcto. Y aunque tengo las bases de que algo malo hiciste conmigo, no tengo el sentimiento.

Diciembre era el mes en que todo tenía un color diferente, amaba el olor, y el frio contra mis mejillas, de este mes me enamore desde los villancicos en la ventana esperando la cena de la abuela, la calidez del abrazo y la lista de metas por cumplir, diciembre desde niña me pareció ser el mejor mes para cerrar ciclos y comenzar nuevas aventuras, y por ello, te di mi diciembre, te di mis mejores recuerdos y mi momento más feliz, quería compartirlo y tu dijiste si, al menos un tiempo, después te vi desvanecerte como tinta bajo la lluvia, quedaste así, borrosa, incompleta, imperfecta y con aroma a nada.

Pero yo sigo aquí, estancada en el 29 de un pasado frío, un presente sin sabor, ya todo lo he perdido, los abrazos, la cena, el aroma, la noción del tiempo y a ti.