Con los putos no hay amor (Obra en un acto y una escena)

Ӈιρριε Ʋყє ☮

La escena: Una mujer joven sentada a una mesa, con unos papeles frente a ella. Piensa, y escribe.

Se abre la puerta y entra El Hermano.

 

HERMANO: ¿Qué hacés, Patito? ¿Todo bien?

MUJER: ¡Hola! ¿Como estás? Aquí estoy, preparando un trabajo para la facultad, que tengo que entregar mañana. Y todavía no sé por dónde empezar.

HERMANO:  ¡No sabés lo que es la lleca! ¡Hace una calor insoportable! Vengo todo chivado. Y encima estoy que no doy más de la espalda, tuve que transportar una heladera, y estos peones de mierda no la querían levantar. Que no,  que tenía que tener clark. La tuvimos que alzar con el cliente entre los dos. Y si no, andá quejate a Moyano.

¿De qué es el trabajo ese que estás haciendo?

MUJER: Tengo que escribir una historia corta sobre la homosexualidad.

HERMANO: ¿De los putos?

MUJER: No les digas putos... Si, sobre homosexuales. Y no sé por dónde empezar. ¿Vos tenés alguna historia que puedas contarme sobre eso?

HERMANO: ¿Sobre los putos? Si, que se andan besuqueando y franeleando en la calle adelante de todo el mundo y son un asco.

MUJER: ¿Por qué un asco? Son dos personas que se aman. Justamente, eso es más o menos lo que tenía ganas de contar. Una historia de amor entre dos hombres, algo lindo...

HERMANO: Vos no tenés ni idea de lo que estás hablando. Entre los putos no hay amor.

MUJER: ¿Por qué? ¿Por qué decís eso?

HERMANO: Porque no, porque los putos hoy andan con éste y mañana con el otro. Son así.

MUJER: No les digas putos...

HERMANO: Bueno, trolos, ¿Cómo querés que les diga?

MUJERES: Hombres, decile.

HERMANO: No. Un hombre es un hombre. Y a los hombres les gustan las mujeres. Y a las mujeres les gustan los hombres. Es así. No me vengas con esas boludeces de la igualdad y qué se yo, no, somos distintos, no me jodás.

MUJER: Hay muchas formas de encarar tu sexualidad. Podés ser heterosexual o no, podés sentir atracción por ambos sexos, podés trasvestirte...

HERMANO: No, el trava es otra cosa. No es lo mismo un puto que un trava. Son cosas distintas.

MUJER: ¿Por qué? ¿Dónde está la diferencia?

HERMANO: Porque un hombre es un hombre y una mujer es una mujer. Mirá qué fácil. El hombre se viste de hombre, habla como hombre, se mueve como hombre. Y le gustan las mujeres. Ahora, si vos querés tener barba, fumar en pipa, jugar al fulbo, pero te cabe que te dé otro chabón, entonces sos un puto.

El puto, nena, es un tipo tan degenerado que como ya las probó todas, y ya está tan harto de hacer todas las cosas que se te pueden imaginar y pasar por la cabeza, la única nueva que le cabe es hacerse culear por otro tipo.

MUJER: ¿Y el travesti, entonces?

HERMANO: ¡El trava es otra cosa! El trava es una mujer. Se viste de mujer, se maquilla como mujer, habla como mujer, se mueve como una mujer, le gustan los hombres. Es una mujer. Una mujer que tuvo la desgracia de nacer en el cuerpo de un hombre. Una equivocación de Dios. ¿O qué, te creés que Dios no se equivoca? Todo el mundo se equivoca.  Si yo que soy un cuatro de copas me equivoco cómo no se va a equivocar Dios que no le rinde cuenta a nadie.

Es como la vida. Uno se anda cuidando de no equivocarse porque siempre hay uno arriba que si te equivocás te hace cagar. Ponele que un peón me rompe una mercadería que estamos trasladando, ese tipo no labura más. Lo rajo a patadas y no lo vuelvo a contratar nunca más.  Si yo me mando un moco, me rajan de la agencia. Me quedo sin laburo. Ahora, si el señor patrón te dice Rivadavia 27200, y vos llegás y no hay nada, y ahí en el medio de la Rivadavia tenés que llamar a la agencia, gastar crédito, para que te diga “No, pelotudo. No es 27200, es 22700”, sos vos el que te la tenés que comer. El tipo es el dueño, si se quiere equivocar se equivoca todo lo que quiere ¿me entendés? porque es el capanga.

Bueno si es así con ese tipo, con más razón con Dios. Y andá a decirle, Ay, Dios, te equivocaste, ¿Sabés que te contesta? ¡Chupame un huevo, gato! Yo soy Dios y me equivoco todas las veces que quiero y me se canta. Cuando vos seas Dios hablamos, ahora Dios soy yo y vos cerrás bien el culo.

MUJER (riendo): ¿Y vos cómo sabés tanto de travestis?

HERMANO: Porque los muchachos me cuentan... ¿Qué te pasa, boluda? A mi no me caben los travas.... Callate, forra.... (entre risas)

MUJER: ¿En serio, los compañeros tuyos andan con travestis? Contame algo, alguna historia que sepas, algo que te hayan contado. Cualquier cosa que me cuentes me sirve para el trabajo. Si tenés alguna historia de amor mejor. Es lo que quiero escribir. La voy a titular “El Camionero y la Travesti”.

HERMANO: Qué guacha que sos. Mirá, mamá es una santa, pero vos sos una hija de puta...

MUJER: Contame algo de tus amigos, dale.

HERMANO: Es que me da vergüenza, boluda. Estas cosas no se le cuentan a una mujer, y menos a la hermana....

MUJER: No te hagás el discreto, vos , que me has contado cada cosa....

HERMANO: ¿Qué querés que te cuente? No se...

MUJER: Cualquier cosa. Una historia de amor que te hayas enterado.

HERMANO: Bueno mirá. Te voy a contar. Pero con una condición. Primero, que no te comás la cabeza pensando que soy yo el de la historia. Es un pibe de la agencia, que tiene una camioneta como la mía. Y otra cosa más. Que no me deschavés que yo te ando contando estas cosas, porque si la vieja se entera me caga a sopapos.

MUJER: Te juro y te rejuro las dos cosas. Palabra. Ahora contáme, dale.

HERMANO: Que guacha que sos. Me tirás la lengua y me hacés hablar de lo que no quiero.

Bueno, esto pasó hace... cuatro años.  ¿Qué estamos, en abril? Cuatro años y cuatro meses. Porque fue para Navidad mas o menos, no se si la semana antes o la semana después de Navidad antes de Año Nuevo. Pero fin de diciembre por ahí.

Resulta que al vago le sale un viaje a Cañuelas. Un viaje livianito, dos boludeces, un par de canastas de ropa, un ropero livianito, un colchón, una garrafa. Boludeces. Y buena guita, porque para esa fecha nadie te pijotea. Vos decís una luca, una luca. Dos lucas, dos lucas. Porque se vienen las fiestas, ¿entendés? Aparte para esa fecha siempre es otro el que garpa, entonces el que te contrata le chupa un huevo total no es el que pone la guita.

Era una minita. Una flor de mina. Estaba buena de verdad. Y como que le daba calce, y el vago ya venía todo el viaje pensando que se la iba a culear en cuanto llegaran. Estuvo a punto, mirá, de parar el camión al costado de la ruta, pero por boludo, por ambicioso, por garchar arriba de ese colchón, quiso esperar a llegar, y cuando llegan ¡zas! ¿Quién estaba? El macho esperandolá.

Un buen tipo, todo bien, lo ayudó a descargar y todo. Pero, olvidate de coger. Así que se volvió como la vaca, con la leche adentro.

Encima Cañuelas parece lejos, pero es cerquita. Agarrás la ruta tres y es un toque. Resultado que a las cuatro de la tarde el vago estaba en la agencia con la teca en el bolsillo. Las cuatro es temprano pa tarde y tarde pa temprano, es raro que te entre un viaje a esa hora. Y como el tipo ya se había hecho el día, le dio la cometa al trompa y se fué a la mierda.

O sea que era un boludo con tiempo al pedo y plata en el bolsillo. ¿Sabés que quiere decir eso?

MUJER: No sé. ¿Qué quiere decir?

HERMANO: Mi amor, vos tenés menos calle que Venecia. ¡Que se fue de putas! ¿Qué hace un tipo con tiempo al pedo y el bolsillo lleno? Se va de putas....

MUJER: No todos los hombres harán lo mismo...

HERMANO: ¡Te lo firmo, te lo recontrafirmo acá! Todos. Todo hombre con tiempo y plata se va de putas. Tu noviecito también. Te lo recontrafirmo. Tu novio anda por Once con cuatro lucas encima, tres horas libres por delante, le tiran una tarjeta y dice ¡Ah, bueno! A ver qué onda....

MUJER: Mi novio no.

HERMANO: Sos bien pelotuda, si te creés eso. ¿Sabés por qué no va a pasar? Porque el día que tu novio tenga cuatro lucas en el bolso a las ranas le salen pelos.

MUJER: Callate, forro....

HERMANO: Bueno te sigo contando. Resultado que el vago enfiló la camioneta para Constitución. Ahí están todas las putas en fila una al lado de la otra. Vos mirás, esta me gusta, esta no me gusta,  vos vení pa’acá. Corte como el tipo que va con el plato a la parrilla y dice Dame este pedazo de carne... este chorizo... y este chinchulín. Es así.

Está la vereda de las putas, y la vereda de los travas. No se mezclan. Porque nadie quiere llevarse una sorpresa, ¿entendés? Las putas por un lado y los travas por otro.

Pero hay una cosa: las putas son más caras. Y el pibe quería llevar una moneda a la casa porque venía Navidad. ¿Ves? Esa fecha fue. Antes justo de Navidad, no después. Ves como me voy acordando. Bueno, como los travas son mas baratos el pibe fue derecho a encarar a los travas.

Hay travas de todo tipo. Es un zoológico. Hay unos que son gordos, negros, peludos, con olor a vino, unos culos peludos... A esos tipos los invitás a pescar, no te los garchás. Pero así como están esos, hay otros que son más minas que las minas. ¿Te acordás de esa película que la mina cantaba? Cómo se llamaba... una mina con un cogote largo...

MUJER: No tengo ni idea de qué película me hablás...

HERMANO: ¡Cómo no te vas a acordar, si la vimos juntos! En la tele vieja, no la que tenemos ahora. La bella dama, mi bella dama, algo así.

MUJER: My fair lady.

HERMANO: No sé como se dice en francés. La mina que cantaba, que tenía un cogote largo... Gelblung, se llamaba, como Chiche Gelblung, algo así.

MUJER: ¿Audrey Hepburn?

HERMANO: ¿Tenía un cogote largo? Bueno esa. El tipo ve un trava que era igualito a esa mina. El cogote largo, igual. La naricita paradita... Unos ojitos negros que iban de acá para allá... Una sonrisa pícara, ¿Viste esa gente que la ves sonreír y te hace sonreír a vos? Bueno así era esa mina. Unas tetitas chiquitas, de hormona, no de aceite. ¿Vos sabés cómo se hacen crecer las tetas los travas?

MUJER: Ni idea.

HERMANO: Bueno. El trava, de chiquito, no tiene tetas. Es un varón. Mariconcito, pero varón. Para que le empiecen a crecer las tetas, primero se pican con hormonas. Ahí le empiezan a salir las tetas, se le agrandan los pezones, pero son unas tetitas de adolescente, chiquitas. Y hay un punto en que ya no le crecen más, por más hormonas que se metan.

Los putos que quieren más tetas, porque más teta es más plata. Es una fija. El talle del corpiño es el talle de la billetera. Es así. Los que quieren más tetas, van a esos cirujas que están en las cuevas de Once y se hacen mandar aceite de avión, que es como la silicona pero más barato. Es lo mismo.

MUJER: No seas bruto, como va a ser lo mismo.

HERMANO: ¡Es exactamente lo mismo pero más barato!  La prueba está que el aceite siliconado para el motor es igual pero más caro. No hay diferencia más que en el precio.

MUJER: ¡Pero cómo se van a meter aceite de avión!

HERMANO: Es la misma mierda. Ponele que vos el día de mañana querés hacerte las tetas, que mal no te vendría, así te podés levantar un hombre de verdad, no como ese noviecito que tenés.

MUJER: ¿Qué tenés con mi novio? ¿Estás celoso, boludo?

HERMANO: ¡Actor! Andáaaa.... que sos, Alfredo Alcón. Andá a laburar, traspirá, ensuciate, ganate la vida como un hombre...

MUJER: ¿Qué tiene que sea actor?

HERMANO: Si fuera actor no sería nada, capaz que un día la pega y lo ves en una película con Darín. Como esos pibitos que están jugando a la pelota y vos decís... Dejalo. Capaz que es Maradona y uno no sabe. ¡Pero éste ni eso!

MUJER: ¡Qué forro que sos!

HERMANO: Ya vamos a hablar de tu noviecito. Tengo que tener una conversación muy seria con ese muchacho. De hombre a hombre.

Pero volvamos al tema. Ponele que vos el día de mañana te querés hacer las gomas...

MUJER: Ni me interesa...

HERMANO: ... vas a ir a uno de esos cirujanos que te van a descoser el orto, y te van a poner siliconas. Te va a quedar joya. Pero, por la décima parte, que digo, por veinte veces menos, yo te llevo a un ciruja que conozco que te manda aceite de avión que es exactamente lo mismo, y te queda igual.

Tiene que ser uno que sepa, como todo. Porque hay algunos que te hacen un desastre... una teta más grande que la otra... un pezón mirando pa arriba y otro pa abajo... Pero si vas a uno que sabe te queda de diez.

MUJER: ¡Ni en pedo te imagines que yo me voy a hacer esas cosas! Ni loca ni mamada...

HERMANO: Bueno, mejor, si no te hacés nada siempre es mejor.

¿En qué quedamos? Ah si. El pibe la ve a la Ondri Gelblung y la llama, de toque. Vení nena sentate en ésta. Se la garcha, todo bien, le paga, buenas noches muchas gracias.

MUJER: ¿Eso es todo?

HERMANO: ¿Por qué sos apurada? Te estoy contando. ¿Por qué no te callás y me escuchás?

MUJER: Dale seguí contando.

HERMANO: Bueno. Resulta que el viernes siguiente da la casualidad que el tipo tiene otro de esos días de mucha guita.

Esto es mentira. No fue un viernes de mucha guita. Fue un día como cualquier otro, o peor. Pero al tipo ya se le había metido en la cabeza que esa noche iba a ir a garchar a la salida, y ya miraba el reloj y se le paraba la pija. Así que en cuanto pudo se rajó y agarró para Constitución.

La minita estaba ahí, y el tipo la llamó enseguida

¿Cómo te llamás? Le dice. Shoshana, le dice ella.

MUJER: ¿Shoshana? ¿Cómo se escribe?

HERMANO: Que se yo como se escribe. Shoshana. Los travas son así, se ponen esos nombres que ven en las películas. Un trava no se va a poner Marta. Se pone Yelina. Se pone Melania. O Shoshana. Les caben esos nombres así.

MUJER: Dale, seguí contando.

HERMANO: No hay mucho pa contar. Plin caja buenas noches muchas gracias.

El asunto es que el tipo se envició. De ahí en adelante empezó a ir todos los viernes como un reloj. Esto duró.... más de cuatro meses, si. Pasó la Pascua, me acuerdo porque el viernes santo, que no se laburaba, el tipo igual agarró la camioneta y se hizo el viaje de Boedo a Constitución nada más que para ver a su Shoshana......

(Mirando fijamente a la mujer) De Boedo, porque el pibe vive acá en el barrio. Es vecino nuestro. Por eso no te quería contar quién es, porque se dice el pecado pero no el pecador.

¿Qué mirás boluda?

MUJER: Nada.

HERMANO: Bueno. ¿Querés que te siga contando, o te me vas a quedar mirando como pelotuda?

MUJER: Seguí contando.

HERMANO: Bueno, pasó que un viernes de esos al tipo le sale un viaje a San Pedro. Había que llevar unas máquinas, no sé qué mierda eran, pero eran pesadas, unos armazones de fierro fundido, que hubo que armar un aparejo para subirlos. Eran tres. No era un viaje para la camioneta, eso era para camión, pero pintó la oportunidad y el tipo agarró porque era mucha guita.

El tema es que con lo que se tardó en cargar, se hizo retarde. Y el pibe quería volver para irse a coger, ¿me entendés? Así que le dio fierro todo el viaje de ida. Y cuando llegaron allá no había clark, así que otra vez a armar aparejo, y matarse de nuevo para bajarlas.

Ya con la plata en el bolsillo el tipo se volvía para Buenos Aires, pero como ya era tarde, tipo seis ya, ni bien agarró la ruta le dió máquina con todo, y la camioneta que ya venía jugada con ese viaje pesado, ¡plin! Se queda sin tracción. Había hecho cagar el cardán.

Tiró la camioneta a la banquina, y qué iba a hacer, hizo dedo de vuelta a San Pedro a ver si conseguía una casa de repuesto para comprar crucetas nuevas. Hacía calor, era mayo ya pero se había levantado una humedad de mierda, esa que viene del río. San Pedro está al lado del río. ¡Caminé...! Como veinte cuadras ese día, buscando una puta casa de repuestos. A la final a las cansadas, conseguí las crucetas para cambiarlas...

MUJER: .... ¿Conseguí...?

HERMANO: Consiguió dije. ¿Por qué no te sacás esa poronga que tenés en la oreja y escuchás bien lo que te digo? Consiguió las crucetas y se volvió a donde había dejado la camioneta.

Ya era casi noche, pero el tipo se tiró abajo de la camioneta, con la portátil y la caja de herramientas, y se puso a cambiar las crucetas.  Las cambió, colocó de nuevo el cardán, resultado que como a las once y media de la noche estaba otra vez andando por la ruta a Buenos Aires, despacito, porque era un arreglo precario y no quería que se volviera a romper a esa hora, que ya no había nada abierto hasta el día siguiente.

Así como cruzó la General Paz se fue derecho a Constitución.

Eran más de las dos de la mañana, y las tres también. A esa hora no hay más travas ni putas, porque es peligroso. Se van a la mierda. Pero cuando llegó ¿quién estaba ahí? Shoshana....

¡La alegría de esa chica cuando lo vio no tiene nombre! Ni bien vio la camioneta salió corriendo a buscarlo.

¡Pensé que no venías! Le dice, No sabés los quilombos que tuve, se me rompió la camioneta en plena ruta, mirá como estoy todo mugriento. Yo te estaba esperando igual, me dice. Le dice.

Y le dio un beso. En plena boca. Con lengua y todo.  Era la primera vez que lo besaba. No da para andar besando un trava, porque vos no sabés la poronga que se acaba de comer, pero él la besó igual, sin asco.

Cogieron, le pagó, como siempre. Pero después se quedaron fumando un faso. Y le preguntó cómo se iba a ir a la casa, a esa hora ya no hay más colectivos, resultado que le dice no te voy a dejar acá tirada, te llevo a tu casa.

En Laferrere vive. Ruta tres pasando Casanova. ¿Viste donde está el Hospital Paroissien? Bueno, ese barrio. Un barrio lindo, lindas casitas, de gente trabajadora. Ella tenía una linda casita, bien cuidada, pintadita. Se baja en la puerta y ella le dice ¿Estás cansado? Estoy hecho mierda... ¿Querés darte una ducha antes de irte? Ya que llegaste hasta acá.

No fue más que pensar en el agua caliente que ya estaba abajo de la ducha. Cuando salió, ella le había preparado algo de comer. Y terminaron de comer, y ya estaban adentro de la cama.

Y se la culeó de nuevo, ahí nomás. Pero gratis esta vez. No fue por plata, ni por calentura, porque se la había culeado una hora antes. Fue por amor.

A la mañana siguiente el tipo se despierta con olor a torta frita. La mina se había levantado temprano y le estaba haciendo tortas fritas para el desayuno. Eso no hay mujer que te lo haga. Una mina se despierta, te pega una patada y te dice ¡Andá a comprar fatura! Y preparame el mate y traemeló a la cama. Y vos como boludo Si mi amor, si mi amor, esperá que me lavo los dientes ya voy. ¡Qué dientes ni dientes, roñoso de mierda! Andá de una vez que se acaban las medialunas.

El puto no. El puto sabe que siempre te está debiendo plata, que no te merece. Entonces se desvive por atenderte.

Resultado que desayunaron, y la mina le empezó a comer la cabeza. Que “qué lindo sería desayunar todos los días así”. Que “estoy enamorada de vos”. Que “por qué no te venís a vivir acá conmigo”. Que “si no querés laburar más no laburés, yo gano suficiente para mantenernos a los dos”.

Y el tipo la pensó. La pucha si la pensó.

Pero, ¡en qué cabeza cabe! ¿Con qué cara iba el tipo a mirar a la cara a los padres, a la hermana, y decirles “esta es mi novia”? ¡Un travesti chupapijas de Constitución! ¿Para qué? ¿Para cagarles la vida a toda la familia? ¿Para matar de un disgusto a los viejos?

Asi que el tipo hizo lo que tenía que hacer. Lo que tiene que hacer un hombre. Se puso las botas, se levantó despacito, y la recagó bien a trompadas. Le partió la naricita parada de Ondri Gelblung, y la dejó mormosa, chorreando sangre, ahí tirada en el piso de la cocina.

Y se fue y no la volvió a ver nunca más.

¿Entendés ahora por qué te digo que con los putos no hay amor?

 

 

F I N

 

 

Denise Ullman / Rafael Solá

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  • Autor: Julián Centeya (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 16 de marzo de 2018 a las 09:56
  • Categoría: Sin clasificar
  • Lecturas: 49
  • Usuario favorito de este poema: Jorge Horacio Richino.
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Comentarios2

  • Esteban Mario Couceyro

    Interesante historia, donde la personalidad del protagonista, se desnuda y muestra a un estereotipo social, lamentablemente común.
    El resto, es decorado que hace a esa sociedad.
    Un abrazo.
    Esteban

  • Martín Raviolo

    Hippie... buenísimo ! ! Real, cruel y humano... una parte de la vida que magistralmente pintaste.
    Te recontrafelicito !
    Además escribis en lunfa como pocos lo hacen... y no sólo en lunfa.
    Un abrazo

    • Ӈιρριε Ʋყє ☮

      Gracias, Martín, por tus palabras !! Son un estímulo a seguir escribiendo

      Un abrazo grande



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