La razón es ciega cuando se agita un prisma

Ricardo Rubio

La razón es ciega cuando se agita un prisma 

 

 

Cualquier palabra no es tu palabra;

no es tuya la voz del niño

    con garganta de trueno,

ni el color del tulipán, ni la brisa del sur.

Ese escudo no te cubre del temor,

esa cota no impide el paso de las flechas.

 

A veces, la luz se dispersa

    para dejar un hueco confuso

    en el ojo de los hombres.

 

Cuando los bosques en tierras aún indecibles

    no imaginaban su follaje,

cuando el sol era un punto

    con todos los puntos encendidos,

cuando los astros eran fragmentos

    de un único astro incomprensible y loco,

y la molécula vibraba en la insistencia,

    el escriba ya era parte de un recuerdo

    en la materia,

y aunque sus ojos no atinaban ni el espíritu

    ni el hueso, ni el calor, ni la intemperie,

en su inercia la vida planeaba la risa de la pasión

    y el cuarto oscuro de la ciencia.

 

Luego un hombre entrevió el roce, la fisura,

el músculo partido

    por la simple disolución de la franqueza.

 

Y gimió.

  • Autor: Ricardo Rubio (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 26 de febrero de 2018 a las 18:10
  • Categoría: Reflexión
  • Lecturas: 18
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