Morían unos poemas de tiempo deshabitados,
en secreto agonizaban en esa hondura esteparia
enraizados a un árbol del que nacían mis sueños
y amparaban al ser del que brotaron en luz.
Dime tiempo si borraste las pasiones
del crepúsculo encantado que cantaba
rodeándose de amapolas y de lirios,
para dejar que mueran como la muerte del cisne.
Mas yo voy a pujar para parirlos de nuevo,
pues pisando tierra y humus y bebiendo el viejo cáliz
temblará de nuevo el alma recordando cada gesto
y cada letra esparcida en vos… tiempo estepario.
De mi libro “De poemas que morían”. 2017 ISBN 978-987-4004-38-3
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Autor:
Carlos Justino Caballero (
Offline) - Publicado: 20 de febrero de 2018 a las 15:19
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 33
- Usuarios favoritos de este poema: la cuerva

Offline)
Comentarios3
Los poemas son como la vida
Gracias, Toquiño!!
Los poetas, ruiseñores del tiempo, que registran con dulce sutileza, cada segundo de la vida, de la muerte, del amor y el desamor. Usted, amigo embajador del romance, solo toma un lápiz y un papel y renacen los poemas que están por morir. Un abrazo desde Venezuela
Muchas gracias, Alberto, por el grato comentario. Saludos cordiales
Belleza, poesía y música son inherentes al alma, nunca morirán mientras existan seres sensibles que las hagan florecer. Saludos
Siempre gracias, Melba!
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