Como todas las noches,
en mi cuarto alquilado,
lleno mi vaso
y bebo.
Bebo solo, mamá.
No quiero que lo sepas;
tu hijo es un borracho,
un nada, un haragán.
Me crees realizado,
con amigos y amores;
esa no es la verdad.
Con el alcohol
olvido y lleno mi vacío
de falsa realidad
París en primavera...
el dulzor de las lilas…
las bellezas del Sena,
me lastiman,
me duelen,
me torturan ¡Mamá...!
es mejor que no sepas
que yo también
me anulo y
bebo, bebo y bebo,
como hacía papá.
-
Autor:
Yvette Nino (
Offline) - Publicado: 20 de febrero de 2018 a las 07:22
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 36
Offline)
Comentarios3
Probablemente sea una conducta aprendida. Muy triste realidad!
Bueno para la reflexión Ivett.
Saluditos,
Ross
respondo
Hermoso pero muy duro
herencia maldita
licor maldito
vida destrozada.
Con mucho cariño
JAVIER
Agradezco la presencia Bogaruli,Javier Solis Rss4 me alegra saber que el tema fue bien aceptado.
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.