Era fría la madrugada
cuando sus ojos
vieron por primera vez
la luz del alba,
silencio en la choza
escondida en la montaña,
así inició la jornada
un alma solitaria.
Y fueron duras las estaciones
en busca de un lugar,
anhelando una cura
a su cruel soledad,
queriendo pertenecer
sin poder encajar.
Buscó su camino
siguió veredas al azar,
siempre a destiempo
errando en cada cruce al pasar,
soñando con algún día
sus alas desplegar.
Y pasa la vida
pasa sin cesar... ©
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Autor:
Lissalyh (
Offline) - Publicado: 16 de febrero de 2018 a las 02:50
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 64
- Usuarios favoritos de este poema: Jorge Horacio Richino, Tadskune

Offline)
Comentarios2
Es evidente que los seres humanos no estamos preparados para vivir en absoluta soledad!
Hermoso poema!
Ha sido muy agradable su lectura.
Felicitaciones por ello y un gran abrazo!!!
Gracias por elogiar mis sencillas letras, saludos!
Sencillas letras que me han logrado enganchar
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