Sus melodías

Jose Adolfo



Valses

lisonjeros

como olas persiguiendo sombras

se aprendieron sus calles 

marcadas de poesía

sus balcones serenatas

sus esquinas de juglares recuerdos

sus escalinatas de anheladas esperas

 

Las arboledas

repletas de morichales

aguardan el beso enamorado

 

En sus techos rojos

felinos en celo

negados al olvido

como sempiternas corales

evocan al poeta

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  • Autor: Poeta de las Utopías (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 6 de febrero de 2018 a las 09:33
  • Comentario del autor sobre el poema: Poema dedicado al músico compositor Felix Mejías / a Ciudad Bolívar (Angostura) y al músico poeta Ivo Farfán fundador de Jazz Angostura: Ivo Farfán, guitarrista clásico, atraído por los inconfundibles ritmos del Jazz, publicó hace años una plaquette, sobre un personaje casi leyenda de la Ciudad Bolívar de la primera mitad del siglo pasado. Este personaje, Félix Mejías, rara vez escapa de la tertulia musical y de los conciertos populares. Posiblemente por esa presencia constante en la memoria musical bolivarense, Ivo Farfán se propuso, como ayer con Alejandro Vargas y Fitzí Mianda, atraparlo en su pluma de cronista de esta disciplina que él cultiva desde sus tiempos más tempranos. La Plaquette de 70 páginas, en letra de catorce puntos, diseñada por los artistas plásticos Lorenzo Briceño y Luis Pérez, con reproducciones fotográficas de la colección de Juan José Camacho, recrea en forma novelada la vida bohémica de Félix Mejías, personaje muy característico de una época que todavía no conocía los medios radioeléctricos, siempre él vestido de blanco, con sombrero de pajilla y corbata negra, muy sumado a su violín, exquisita herramienta con la cual extraía de su alma juglaresca valses lánguidos y melodias como “Rayo de Luna”,y “Feliz regreso”, “Adoración”, “Primavera” que nunca faltaban en los repertorios de Juanito Arteta, Telmo Almada y Pepe Flores. Sus composiciones estuvieron generalmente asociadas a sus novias reales e imaginarias y a un singular como creativo anecdotario muchas veces deformado por la tradición popular. La percepción que tengo del trabajo de Ivo Farfán es que Félix Mejías era un músico magro que no tuvo más familia que su violín, su perro “Ulises” y su fantasía rondando en torno a los amores imposibles como Edelmira, Lina Torres y María de Lourdes Aguilera pertenecientes a una sociedad a la cual no tenía acceso sino como músico carismático y ocurrente que solía imprimirle a las cuerdas del violín al ritmo intranquilo de su vida, internada en el Zanjón donde la aridez de las piedras monumentales solo se apaciguaba con el paisaje profundo del Orinoco y las frotadas cuerdas de su instrumento El Luchador del 4 de agosto de 1932, da cuenta de los éxitos y trascendencia de este músico y compositor contratado por la Brunswick Record Corporation a través de su agente en Ciudad Bolívar, Carlos Carranzas, para grabar sus valses Feliz regreso, Rayo de luz, Adoración y Mi dulce Carmen. Félix Mejías, no obstante haber nacido en el centro llanero del país, siempre se tuvo como bolivarense. Sucedía porque llegó joven a la capital orinoquense traído de la mano por su pariente el Vicario Apostólico de la diócesis de Guayana, Adrián María Gómez, quien tuvo más de un disgusto con él por estar acentuadamente ligado a la bohemia bolivarense como Luis Tovar, el pariente del poeta Héctor Guillermo Villalobos, para arriba y para abajo con su violín inseparable amanecido e impregnado de sereno por las parrandas y largas serenatas ventaneras, vestido de paltó y corbata negra, con sombrero de pajilla, del Mercado al Morichal y de Perro Seco al Tapón, tocando y cantando bambucos de honda nostalgia, valses de lento dolor y jarabito mexicano. Así como la Barca de Oro de Alejandro Vargas tiene su historia conectada con el pueblo de Palmarito, la tiene igualmente el popular vals “Feliz regreso” de Félix Mejías. Una historia real o de anecdótica ocurrencia, según la cual no sería “Feliz regreso” sino “Félix regresó”, pues Félix Mejías la habría compuesto para celebrar su retorno a la ciudad luego de varios días de ausencia en su nativa tierra de Aragua de Barcelona o en los Castillos de Guayana la Vieja a donde lo habría relegado de la sociedad bolivarense un gobernante a quien le habría hecho el músico un desplante virtualmente imperdonable. (A. Fernández)
  • Categoría: Sin clasificar
  • Lecturas: 65
  • Usuarios favoritos de este poema: Isis M, Nhylath, María C., Alberto Escobar.
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Comentarios5

  • pfleta

    Me gustó tu poema.
    Saludos.

    • Jose Adolfo

      gracias poeta / es un honor saberte pleno / felis día

    • Isis M

      Buenos día Josesol!
      Lo que más aprecio es tu buen tino de agregar esta síntesis para dar a conocer a Félix e Ivo. Para mi un nuevo aprendizaje y que decirte de la música? uyyyy esas cuerdas las sentí apegadas a mi piel, wow!
      Tu poema realza tu sensibilidad musical y apego a la cultura patria. Gracias por estos detalles que nos hacen crecer.
      Un bello día para ti.
      Besitos!!!

      • Jose Adolfo

        elocuente opinión / hace de la literatura / ese oasis para alargar la existencia Isis /

      • Esteban Mario Couceyro

        Impecable acuarela, que ambienta el lugar y la costumbre.
        Un abrazo.
        Esteban

        • Jose Adolfo

          Gracias Esteban

        • Nhylath

          Sus letras y el video me han encantado!
          Saludos, poeta!

          • Jose Adolfo

            Enhorabuena poeta / gusto verle de nuevo / Saludos

          • María C.

            Gracias compañero por compartir y dar a conocer a este autor, que no tenìa el placer
            Un abrazo.

            • Jose Adolfo

              Siempre dispuesto a aportar un grano de historia poeta / gracias



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