CANCION DE OTOÑO

Esteban A Espinoza

 

 

El  anciano se cansa, sale a la calle y  camina

 Se mira las manos secas por los años

Levanta la mirada y solo ve el rojo del cielo a la distancia

Piensa, añora, sueña despierto

Saborea los dolores que ha sentido, los olvidos y las desventajas

Mira el cielo, busca algún signo pero  no descubre nada diferente

Una suave brisa le baña el rostro mientras piensa

En los hijos que han partido

En su amor que duerme en el lecho del olvido

En otro tiempo que ya no volverá

En  un tango antiguo que le suena en la cabeza

Detrás de este laberinto van sus pasos al abismo

Que se yergue detrás de las alfombras y los quehaceres

El hombre se cansa de tanto esquivar esta vida

Nada más de calendarios y relojes que se deshacen en la página en blanco

El mar va y vuelve, el tiempo  se repite,  el aire se enancha y se adelgaza

Donde están los que una vez fuimos- piensa  mientras prende un cigarro, mira a lo lejos

La ventana da sobre un patio lleno de arboles

Y los arboles  están llenos de pájaros sonrientes que hablan entre si

 

 

Donde  están los muertos en vida que una vez fuimos-se pregunta a si mismo

los cadáveres que no vimos venir

Mientras en el patio se oyen niños correr con su bullicio de costumbre

Tras volantines perdidos que huyen con el viento que se los lleva lejos

Donde nos vamos cuando  muere el verso, cuando cae el vaso,  cuando se quiebra el vidrio?

El ayer ya no es nada más  que polvo en el ojo, una lágrima abortada, un destello

Un ojo que mira atrás como si fuera alguna dirección que existe nuevamente

 

No hay dolor no hay sufrimiento no hay alegría ni  estupor

 

Le llaman la atención los sujetos a la vida  que le temen a la muerte

y los suicidas fanáticos que solo quieren acabar con todo

pero que sin embargo caen al abismo, al olvido,  a la sombra

Nada es por siempre solo morir es eterno

Como  el poeta muere cada vez que su verso acaba

Que su amor se aleja que su sexo se pierde en la gramática

Las palabras son nada cuando no tienen peso

Cuando no tienen carne o sangre  o palpitaciones

Las palabras  son burbujas de aire si viajan solas

Sino viven aparte de las intenciones nocturnas

 

Me extrañan los infelices que hacen de su mueca su oficio

Cuando apenas al lado el oficio de muchos es el quebranto

 

Donde están los días en que fuimos felices, piensa el amante aburrido de pena

Mientras mira desesperado como pasan los días, como llega el olvido y lo reseca

 

El libro de versos sangrantes se fue congelando 

se  convierte en un montón de huesos roídos

El amor fue el fuego que ardiera total, la llama

Han pasado los días, el año, el tiempo

Mi canción ya no es mía sino pertenece a la calle

La geografía  les da su aliento antiguo,

su sentido de ubicación en el compás de los días

Sus poluciones, sus escombros, sus esqueletos de fierro

 

Todo es nuestro pero nada es permanente

 

Y el poeta  vuelve a la casa, se sienta frente a la ventana,

 fuma, aspira entra una brisa fría por ella

Piensa, cree  y sufre por lo que alguna vez quiso ser

Los verso que quiso escribir y no fueron

Las palabras de tinta que se dispersaron en el día

Ni siquiera es esqueleto sino escombros

Que de a poco se desarma en una pila de arena

 

La ventana  golpea el humo se ha ido

queda la mueca del tiempo

Nada es permanente solo la muerte que vuelve

Y envuelve y nos llama por oxido y se descarara

 

 

Diremos después que la vida es cierta 

o  es una ilusión que viene y se va

Y frente a la ventana nunca hubo nadie

Y estos versos? fue el viento  el que se lamenta en la calle,

la luz, el frio o el rocío de la mañana?

un reflejo de la brisa  que entra en la habitación donde yacemos

Y nos engaña la mente, nos mienten los ojos

Y estos falsos pensamientos que hoy abundan?

 

Sabe y si no lo sabe lo presiente y lo asume que es la suma de todos los días

Todos sus muertos llegan a él

con su sangre sus añoranzas sus labranzas sus dolores

Todos los caminos de sus muertos llegan a el

Con todas sus procesiones y sus duelos a cuestas

Sus mujeres sus madres sus abuelas sus abuelos

Los huesos de los conocidos y desconocidos

Los que vinieron y hoy solo son pasados

 O ni siquiera son  recuerdos o lamento

 

Detrás de él vienen todos los huesos

Todos los glóbulos rojos y los glóbulos blancos

Los amores los quebrantos las persecuciones

La saliva, los cabellos, los primeros y últimos alientos

 

 

El viejo mira los árboles y sabe o no sabe pero lo presiente

que detrás  hay muchos  que vienen

Hay tiempos e historias, cariños y soledades

Amores escondidos, amores lejanos

Verbos que quedaron en el viento

Cree  en la vida antes de la muerte,

cosas que uno debe considerar

Antes de vivir o morir

 y yacer para siempre.

(2016)

 

 

  • Autor: sarcastiko (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 1 de febrero de 2018 a las 18:24
  • Comentario del autor sobre el poema: la edad, la vida y la muerte, el tiempo que pasa
  • Categoría: Reflexión
  • Lecturas: 45
  • Usuario favorito de este poema: Vagabundo Universal.
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Comentarios1

  • C. Eduardo Barrios (Ex-Toki)

    ...Y el poeta vuelve a la casa, se sienta frente a la ventana, fuma, aspira entra una brisa fría por ella...

    Un abrazo amigo

    • Esteban A Espinoza

      "No hay dolor, no hay sufrimiento"...de Altazor del gran Vicente Huidobro.



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