Desde mi chabolo

Ermanue1


AVISO DE AUSENCIA DE Ermanue1
Por motivos de negocios estoy con menos frecuencia y dispongo de menos tiempo para pasarme por aquí.

Amanece y me despierto

sin saber lo que me pasa.

Mis ojos están llorando,

¿La libertad se me escapa?

 

Miro a través de la reja

de esta maldita ventana

que ilumina mi libreta

con la leve luz del alba.

 

Desde mi chabolo escribo

aquí estas tristes palabras

que agobian todo mi ser,

que me ahogan, que me atrapan.

 

Veo el amanecer

que nace por la ventana,

mi hermano duerme tranquilo

y no oye lo que pasa...

 

¡Lloro! y me siento solo,

¡preso! con mi nostalgia.

Añoro la libertad

que por fin ya tiene Sandra.

 

Me alegro que ella esté libre...

Pero, ¿conmigo qué pasa?

 

Huelva 3 Julio de 2016

ermanué (c)

 

Otro día repetido (Pensamientos)

 

   Ya han pasado 13 días desde que Sandra salió en libertad. Yo sigo aquí esperando, ansioso, sin saber que hacer, sin saber que pasará conmigo, bloqueado. No escribo apenas y esto es lo primero en varios días desde que llegué a la prisión de Huelva, mi tierra.

   Aquí los días se me hacen eternos, interminables. Estoy con mi hermano (por estar con él pedí el traslado desde Sevilla) y eso es lo único que me sostiene. No sé que ocurriría si él no estuviese aquí conmigo, seguramente me derrumbaría totalmente.

   No me apetece nada, ni leer, ni escribir,, ni cantar; tan sólo miro la tele y deseando dormir empastillado, para lograr un buen sueño; algo que nunca ocurre ya que me despierto varias veces en la noche.

   La espera de mi libertad me agobia profundamente y no lo puedo soportar. Quisiera estar solo y poder gritar,, llorar,... morir y no ver un nuevo día. ¡Ojalá no vea mañana! Otro día repetido y aburrido.

Ver métrica de este poema
  • Autor: Ermanue (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 30 de enero de 2018 a las 15:23
  • Comentario del autor sobre el poema: Sandra es la chica que me acompañaba en mi viaje desde Las Islas Canarias a Sevilla. Ambos nos montamos en aquel maldito coche que venía en el mismo ferry que nosotros. Ella salió a los seis meses en libertad y yo pensaba que me iría detrás, pero pasó seis meses más y luego otros once para esa ansiada libertad. La verdad que no sé como lo soporté. Hoy, cuando me acuerdo de cuanto pasé y la de veces que deseé la muerte, me alegro de haber sido fuerte y aguantar, por que de allí se sale, de la muerte no se regresa.
  • Categoría: Triste
  • Lecturas: 75
Llevate gratis una Antología Poética ↓

Recibe el ebook en segundos 50 poemas de 50 poetas distintos Novedades semanales




Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.