TUVE UN SUEÑO

 

“A pesar de mi caída,/ siento por ti mucho respeto;/ porque amarte o no, no es algo que yo decida/ ni puedo olvidarte por decreto”.

 

Tuve un sueño que no debía tener
y el sueño tenía tu nombre escrito,
sueño con esencia venida de tu ser,
un sentir negado con sabor infinito.

 

Pero uno nunca manda en los sueños,
tan sólo se tienen o no se tienen y ya;
de lo que vemos allí somos los dueños
sin estar al cabo de saber si justo será.

 

Tuve un sueño contigo y era prohibido
y estaba tu nombre por ahí rondando…
la luna en el cielo nos había sonreído
pero habían unas estrellas allí llorando.

 

La verdad todo no lo puedo recordar,
tampoco es tan eficaz así mi memoria;
pero las estrellas, creo que querían llorar
por saber de lo prohibido de mi historia.

 

A la luna más romántica poco le importó,
total, era un sueño, no había que afligirse.
Ella sonreía por la historia que se escribió
y ellas… por lo que estaba por escribirse.

 

Tuve un sueño contigo y tu nombre lo oía
como oigo el amor si el alma lo pronuncia.
Firmaría un pacto constando que eras mía,
pero por ser prohibido, firmé mi renuncia.

 

Te busqué para pedirte una firma parecida,
pero nuestro destino que despertara quiso;
iba a pedirte que dejaras de ser prohibida
o que no entraras a mis sueños sin permiso.

 

Original de Álvaro Márquez
Caracas, Venezuela
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