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Tú, te llames como te llames se que estás aquí,
- muy dentro de mi, en mi mundo interior.
- Te alojas en mis sentidos no te puedo ver porque
- no tienes forma, no respiras,
- ni la luz te puede encontrar.
- Pero se que estás en mi mundo interior
- tu me das la capacidad de distinguir sobre el bien y el mal.
- Eres mi brújula, la voz silenciosa de mi ser,
- que no me abandona ni de día ni de noche.
- Tú eres mi conciencia moral, donde no existe
- el odio, la hipocrecía, la ambición, la envidia,
- el orgullo, ni la soberbia.
- Tú eres mi conciencia y alegría, tú eres mi felicidad, y
- en la gloria de todos los Bienaventurados tú por siempre te hallarás.
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Comentarios1
Saludos y sigue así colega, 🙂
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