La materia

totov.uv



Siete vientos me abrazaron

sobre olas que pasaron hace rato.

La miseria ronda nuestra puerta,

oye herman- no lo olvides!

Cuida para mañana tus manos.

 

El destino no es el dueño

de tu vida

No lamentes que el tiempo ya se va.

Al anochecer se acaba la verdad,

termina el juego de la amistad.

 

No alimentes falsos sueños, no se borran.

No limites hoy el tiempo, no es de ahora.

No castigues con palabras la mañana.

No desprecies el cariño, eso queda.

No permitas que la muerte te haga trizas.

No termines de morir, vive la lucha.

No te olvides que tu cuerpo te protege.

No te rindas a este mundo, no te sirve.

 

Tantas vidas que me escondo

en este sitio destruido, desarmado.

La distancia que hoy tenemos

ya termina,

ya se acerca,

ya se acaba.

 

Vuelvo al surco que he trazado,

recapitulo los días, mis historias.

Sentimientos asolados de antiguas diferencias

se perpétuan.

La vida clama, y no reza

cuando grito y no hay destellos

de mejoras verdaderas.

Solo la tranquilidad 

llama fugaz a la paciencia.

 

Y ahora camino firme, sin tristeza.

No con rabia,

ni inconsciencias.

Facilitando el fluir de lo que me rodea

atravesando mi carne satisfecha.

 

Si respiro este aire, me purifica.

Me sumerjo en estas aguas, son mis venas.

Abrazo al árbol, 

eterno compañero de la tierra.

Me nutro de estas esencias verdaderas.

Hundo mis pies,

hasta que vibran cuando tocan la corteza,

donde habito,

espero,

acompaño,

vivo y muero.

  • Autor: totov.uv (Offline Offline)
  • Publicado: 21 de enero de 2018 a las 00:15
  • Categoría: Reflexión
  • Lecturas: 33
  • Usuarios favoritos de este poema: Texi, Vagabundo Universal.
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