"Vuelvan Caras, Vuelvan Carajos, Vuelvan Canijos”

Hermes Antonio Varillas Labrador

“Vuelvan Carajos”

Es muy común escuchar en el coloquio del pueblo venezolano, “a esa historia, le hace falta una parte, a ese cuento le falta un pedacito”, que si se revisa con mucho detenimiento en los anales y archivos de nuestros hechos históricos plasmados por los responsables de tal tarea, hallaremos bastantes vacíos y casos de tergiversación de lo acontecido, por razones bastante sospechosas, es muy común la frase: “La historia de guerras y batallas la cuentan quienes resultaron los ganadores, no los perdedores”.

Me permito hacer alusión en mi exposición, al caso sonado muy conocido por los lados de Portuguesa, del Guárico, de Cojedes, de Barinas y de las inmensidades del Apure, este último estado, escenario y mudo testigo, de una hazaña del “Centauro de los llanos”, exactamente en las Queseras del Medio, la historia relata que el grito de “Vuelvan caras”, que se hizo leyenda en boca de amigos y de enemigos, no fue tal, conociendo que para la época el catire Páez en su coloquio vulgar, del academicismo no era muy amigo, y se cuenta en corrillos que lo que en su lugar dijo fue: “Vuelvan carajos, vuelvan canijos” (se hace la aclaratoria que el vocablo canijo hace referencia a un hombre de baja estatura o poco desarrollado, y la hueste de centauros que acompañaban a Páez, eran apureños en promedio de poca estatura), que a la postre, le dio la victoria, de una forma u otra, o como haya sido.

Con los errores y omisiones de los historiadores, y con mayor razón de los politicastros del pasado, el demagogo populismo ha hecho de Venezuela su bastión y abrigo para un nefasto proyecto, donde de la otrora “Venezuela heroica”, no habrá ni vestigios. Los casos son más que emblemáticos, y me permito enumerar algunos que me vienen a la memoria como ofensa a eso que conocemos como nuestra herencia procera…

Empecemos por nombrar el más importante, el cambio del nombre de nuestra Nación, al hacer una hipócrita conmemoración a nuestro padre de la Patria: “República Bolivariana de Venezuela”, tal cambio significó un globo de ensayo que a la postre abriría las puertas a todos los cambios que se dieron por antojo de un megalómano quien impondría más que a diestra, con su zurda actitud y rúbrica (rabo e´cochino), su siniestro capricho.

A la lista se sigue el cambio al pabellón nacional, al agregar una octava estrella representativa de la provincia de Guayana, como una forma muy habilidosa de ganar indulgencias al pretender enderezar un entuerto histórico y agravioso olvido, pues era un mandato de Bolívar, que nunca se tomó en consideración…

Al escudo se le hacen también reformas de fondo, cambiar dirección y sentido de la mirada del caballo, de atrás hacia adelante, por capricho de su hija, eliminar el cuartel de armas y colocar arco y flechas como modo de congraciarse con nuestras etnias indígenas, y completan la lista una serie de fechas históricas y efemérides (Día de la bandera, día de la resistencia indígena…) e incluso, lo último que se atreven a cometer como infamia, exhumar los restos y deformar la imagen y rostro del Libertador, (y hay quienes especulan que detrás de toda esta aberración hay magia negra, fetichismo, superchería y brujería), acción que es la demostración de un omnímodo poder para hacer y deshacer, lo que les permite estar seguros que todo lo que se haga en cuanto a economía y otros ámbitos, no tendrá mayores reacciones de oposición, caso significativo, el cambio del valor de la moneda al suprimir tres ceros, que a la postre ha pulverizado su valor nominal.

En resumen, es triste tener que decirlo, a un gracioso folclorismo en que vivía el venezolano hace más de dos décadas, pasamos a vivir en un terrible maniqueísmo.

De sospechoso olvido, hemos pasado a la postura cruel de diabólico y cómplice extremismo.

O la historia a que nos han sometido, le falta un fragmento, por obra de la maldad, de la traición y el fetichismo, o reaccionamos y buscamos la verdad por la calle del medio.

De allí mi humilde y vehemente llamado:

Vuelvan carajos militares a recuperar la institucionalidad y el honor que era su divisa, ya basta de genocidio y crueldad.

Vuelvan carajos campesinos, en la tierra está el germen de la libertad y la base de la economía y la prosperidad.

Vuelvan carajos estudiantes, en la calle está su graduación como nuevos héroes de la independencia.

Vuelvan carajos comunicadores sociales a utilizar los medios con responsabilidad, dejen de ser instrumentos del fraude y la irracionalidad.

Vuelvan carajos en el cruel éxodo forzado, que entre todos los venezolanos de buena voluntad podemos hacer una digna lucha para expulsar al tirano y sus secuaces.

Vuelvan carajos de la oposición a ocupar con honestidad los puestos de vanguardia en la lucha, sin zancadillas, ni diálogos por debajo de la mesa.

Vuelvan carajos, vuelvan canijos, Venezuela clama, valor con coraje, voluntad con cariño…

No dejemos que la tiranía se adueñe del país y la historia que cuenten sea tergiversada y con vacíos que así lo quiso el soberano, ahora arrodillado y mendigo…

Atte.

Hermes Varillas Labrador (Educador jubilado)

@tonypotosino

 

 

Según el DRAE:

Canijo = americanismo… Persona no recomendable.

Maniqueísmo = m. Doctrina fundada por el filósofo persa Manes que se basa en la existencia de dos principios eternos, absolutos y contrarios, el bien y el mal.

  1. ext., cualquier actitud que mantiene posturas extremas, sin puntos intermedios: el maniqueísmo de esta novela demuestra el desconocimiento histórico del autor.

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