No tengo hambre de amor, pero el miedo de la soledad me acecha y
me hace buscarlo en la estación del tren,
en el café de la mañana y el sótano de la casa del vecino.
Sentado en la banca del parque buscó con la mirada algún amor roto
Para conjugarlo con el mío.
Sin resultado agradable regreso al apartamento, y lo busco en el cesto de basura; en el encuentro nombres de amores jóvenes
Que terminaron hace años,
y empiezo a resignarme con la soledad y mis 80 años.
Comentarios3
Es triste pero real... Buen escrito.
Saludos!
Gracias. Saludos.
Angel, conmovedora semblanza, la trasmitiste con una veracidad que logro tocar mi corazon, muy hermosa, un abrazo.-
Muchas gracias....saludos.
¿Observaciones?
No entiendo hermano......
¿El poema responde a observaciones de la vida diaria?
Hay 1 comentario más
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar [email protected] Regístrate aquí o si ya estás [email protected], logueate aquí.