El cielo luminoso y de gran esplendor en tu día,
 Después, los grandes nubarrones del siempre
 Cotidianos, impuestos y en fuga.
Desapareciste como nube arrastrada por los siempres
 te escondiste y te abrumo el trabajo,
 Te perdiste como otras veces, como siempre.
Después vino el vagar solitario;
 yo me guarde los abrazos y los besos
 El deseo convertido en frustración.
Al pasar la catástrofe, sigo de damnificado
 buscando entre los restos
 Los pedazos que quedaron de mí.
Tu alegre viviendo tus días de trabajo y yo reconstruyendo
 lo poco que queda de aquel día,
 guardando los restos para cuando salga el sol.
La tormenta ya ha pasado
 y por mi vista llegan las ayudas y los recursos
 Esperando solo se reestablezca la comunicación.
Solo en mi mente la idea de reconstruir nuestro sueño,
 Buscar la esperanza de los días anteriores;
 Cuando hasta la luna y el sol brillaban
 Y todo parecía tan cercano.
A quien puedo clamar ayuda, quien vendrá en mí auxilio,
 Cuantas personas como tu habrá en este mundo;
 Que me devuelva la paz
 De esos días.
De nueva cuenta mi cielo
 Se ha visto azotado, por esas tormentas de silencio y olvido
 Y al caer la noche y encontrarte ocupada; el ciclo se repite
 De otro día más, de tormentas sobre mi cielo.
LENNOX
 EL QUETZAL EN VUELO
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                        Autor:    
     
	lennox, el quetzal en vuelo (Seudónimo) ( Offline) Offline)
- Publicado: 14 de enero de 2018 a las 10:27
- Comentario del autor sobre el poema: ser como hoja que arrastra el viento antes de una tormenta y sufir la tormenta en silencio y vacio, solo nos queda pensar que fuimos demasiado facil, pero que se le ha de hacer.
- Categoría: Amor
- Lecturas: 12
- Usuarios favoritos de este poema: Vagabundo Universal

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