Mientras el colectivo avanzaba por la oscura noche su madre cálidamente le besó la frente y al instante ella se durmió abrazada a su elefante rosa añorando ser pájaro otra vez.
Nada le gustaba más en el mundo que surcar los altos cielos y al tropezar, con otro beso, entre sus brazos despertar.
- Autor: Demián ( Offline)
- Publicado: 6 de enero de 2018 a las 12:16
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 14
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