Un día como hoy... 31 de diciembre de 2017

Mane Castro Videla

 

Se celebra el Año Viejo...

Se limpia la casa para sacar "la mufa" , el dolor que duele, la herida que sangra... el inmenso sufrimiento que nos desgarra y nos muerde las manos, el rostro y nos arroja el corazón sin piedad al destierro... a otros andares colmados de laberintos ciegos que nos obliga a mirarnos por dentro, a la esencia de lo que somos y nos habita con todas las miserias y mediocridades, al abandono, a la mirada ausente, a eso que rechazamos en el otro... a lo que debemos aceptar que también somos pero elegimos conscientemente de no ser...
Tenemos hambre y sed de silencio de paz...
Sentimos la necesidad imperiosa de reencontrarnos y ser luz... Ser luz hasta consumirnos y no nos quede más nada que morirnos...
Morirnos para renacer...
Y no acabar nunca... y somos todo aquello que amamos y todo aquello que rechazamos...Somos la lucha permanente... somos el resultado de la resolución del conflicto...
Desterrados, heridos a muerte, pateando los restos de aquello que fuimos, resurgimos atravesados por todo y todos, nada ni nadie queda excluido... 
Somos eso, seres desterrados, abandonados, injuriados, violentados, blasfemados, odiados y también amados, perdonados...
El mandato de la casa grande pesa a esta hora y desde que nos levantamos limpiamos sin parar... sin pensar demasiado... lo hacemos y sin chistar... la obediencia, la esperanza y la fe nos mueve sin límites "quemando las malas vibras" hasta que no damos más y todo se nos cae... debiendo limpiar sobre lo ya limpiado... 
Y esa es la señal de dejar, es hora de la ducha de agua fresca y cristalina, es el instante mágico de la limpieza del cuerpo, perfumando y suavizando la piel... dando espacio a la gratitud a Dios y a cada uno de todos los seres que nos habita...
Uno es ese instante infinitesimal en que un sentimiento rozo la ternura y la pureza que lo esperaba.
Uno es ese ser que es en contradicción de la gran biblioteca Universal.
Uno nada tiene y es fuera de si mismo, nada del resto para nada nos define.
Desnuda y descalza frente al espejo cepillo mi negra y larga cabellera azabache, una sonrisa se desprende y me devuelve... diciéndome: Eres lo que has elegido en libertad Ser.
Lo que eres nadie te lo ha regalado, eres el resultado del amor que te habita, del sacrificio, del trabajo y del esfuerzo duro y constante, de la perseverancia, de cada caída y la persistencia de volver a levantarte... de resistir... del amor que te habita.
Solo somos un saber que nada es nuestro y todo nos es prestado en este viaje del Ser...
A esta hora...
Pican los ojos del alma y pican mucho... las lágrimas arden dentro de uno...
Es hora de vestirse... 
Es hora de estreno decía mi mami, de algo viejo y gastado, de pedir algo prestado...

Soy... soy sin excusas, sin vueltas... Sin permisos! 
Soy con autocrítica y en absoluta libertad del ser!
Soy dando palabra con honor y dignidad.
Soy en cada palabra y acto anudando cada uno y todos los miedos
Soy saliendo al frente con la mirada y la frente alta
por simple amor y locura a esta ilusión que llamamos vida.
Soy lo que elijo Ser y logro. 
Soy Mujer bendecida en la gracia de Dios, siendo adverbios
Rompiendo cadenas que me aten.
Siendo mi propia palabra más allá de todo y de todos

¡Es hora de dar y ser palabra!

 

Yo, Manè Castro Videla te agradezco por todo este tiempo compartido, por tu permanente estar en mí y te deseo en esta noche vieja y en este 2018 que se inicia, todo lo mejor! 
Bendiciones !

  • Autor: Mané (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 31 de diciembre de 2017 a las 19:43
  • Categoría: Sin clasificar
  • Lecturas: 43
  • Usuarios favoritos de este poema: Mane Castro Videla, Jannine, Silvestr.
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