Sutil, el cálido viento,
como heraldo llega a mí
y envuelto trae consigo,
en secreto, sin abrir,
un vasto sobre cafeto
fragante solo de ti.
Busca su destino: el alma.
Y lo develo ante mí,
como un oculto secreto,
como acertijo senil,
es el dogal de mi angustia,
es mi gustoso adalid.
Y lento cierro mis ojos,
pronto suspiro sin fin,
es como arpegio de aromas,
es el carácter viril,
es armisticio que firmo
con el crudo mundo hostil.
Suena la aldaba en mi puerta;
me voy acercando a ti;
tentado, cauto y preciso;
con diplomacia sutil,
inerme espero paciente
tu suave beso febril.
Sorbo éxtasis en tu esencia.
Me inundas castaño fluir.
Embriagas entera mi alma
y me dejo seducir,
con ese tórrido gusto
imposible de abolir.
Fontana de mi ambrosía,
néctar de mi colibrí,
fina alhaja de mi tierra,
romancero me volví
con el amor de tu aroma,
besos de café y carmín.
Offline)
Comentarios2
Todo poesía es usted pero más sagrado es leerlo un saludo mucho gusto encantado de pasar eso espacio
Gracias María del Rocío por girar tu mirada hacia "Amor con Aroma de Café"
Saludos.
Hola Leonardo, una dualidad perfecta, besos y aromas de cafe, sabes , yo soy adicta a el !!, me encanto, un saludo para ti.-
Ana Maria Germanas gracias por tu comentario, una dupla perfecta!!!
Saludos.
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