Ella y él

Era tarde en la noche, él llamó a su puerta,
segundos después se entreabre y apenas asoma
la silueta de ella, la habitación estaba casi oscura,
apenas iluminada por un par de velas.

Él, subió tres o cuatro escalones
mientras sus ojos recorrían la esbelta y delicada figura

de aquella mujer que caminaba adelante.
Ella vestía un babydoll negro, corto, muy sugerente.
Había dos sillones en la habitación, ella,
tomando una pose muy sensual y seductora, se sienta,
pone una de sus piernas sobre el posabrazo,

su piel muy blanca y suave, mezcla de satin y terciopelo
aparece con la amarillenta luz de las velas, estaba bella,

atractiva, sugerente, seductora.
Él, sorprendido de aquello que no había sido planeado,

no hace más que halagar tanta belleza.
Ella, con voz muy suave, le dice: ''Hoy no hablemos''

inmediatamente aquellas tres palabras sonaron como un ''Amémonos''.
Ambos, se ponen de pie, se acercan

y suavemente unen sus labios mientras él, con sus manos,
recorre con calma la delicada figura de la dama.
Ella quita sus brazos del cuello del hombre, toma su mano

y lo lleva al dormitorio, una cama de una plaza los espera,
allí comienza la entrega, el juego preliminar, el fuego cada vez más encendido

y se aman, se aman como nunca lo hicieron.
Aquella cama, parecía cada vez más pequeña, pero ellos

seguían amándose, se entregaron, fueron un solo ser,
se fundieron como metal en un crisol. Y se amaron una y otra vez,

hasta el cansancio, se agotaron... pero se amaron y no hablaron.