EL AMOR DE YARELI

Adrian Labansat

I

El espejo jorobado vive en el jardín de los reflejos,

mientras una cama oscurecida

espera un cuerpo que apacigüe el suyo.

 

Yareli le espera tras la ventana,

derrama sus ojos mirando arboledas,

imagina pájaros,

besos,

mimos,

pedazos de voces,

promesas desenfrenadas en abismos y apetitos.

 

Teje el miedo en el hilván de la espera,

le tiembla el tacto pretendiendo la profecía

donde el amor es presentimiento de lo yerto,

afilada aguja.

 

Fiesta de borrachos en un cementerio.

 

Hizo el largo viaje a las correspondencias,

a las cartas que nunca llegaron,

a los servicios postales donde espera.

 

 II

Su herida gravita

donde los lastimosos regresan para curarse,

las luces retornan detrás de su sombra

propagando su polvareda para revivirse en otra,

a donde nada la venza,

al mismo cielo azul, para volver reiteradamente a su fantasía

desguarneciéndose de la soledad,

mientras la vida envuelve lo que le queda de ardiente,

lo aun en sus labios,

lo roto de su mirada.

 

En la piel ya no existe,

la realidad despellejo su sueño,

después de la noche para su olvido

donde los besos son naufragio

a la orilla del hocico de los perros.

 

III

Se está quedando a sordas

sin manos, cuando respira perderse,

perdida, en la perdición de su sueño,

en la casa donde no cabe el para siempre,

donde adiós es hospedaje,

en la que sus brazos son pañuelos tras la ventana

rodeada de destierros,

de extraños,

de caricias como flechas,

donde la silla es espera,

donde él se ocultó en los adentros.

 

IV

No lo dejes quedarse en tu memoria

deja pasar las golondrinas

reescribe sus días solo con humo blanco

 

Desbarata su saliva

enciérrala en jaulas grises

cercena su rostro

átalo al fuego

levanta tu mano izquierda.

 

V

Lo buscaste a lo largo del viento

en el agua escurridiza

en el seco del tiempo,

pero él no vendrá,

nunca vendrá,

su amor fue mutilado,

fue testigo el hombrecito que te amaba tanto,

el de voz débil que te hablaba

el que está en la silla,

en los servicios postales contestando una carta,

el que te sigue buscando en el futuro,

el de antes que se jorobara el espejo,

el de antes del detrás de la ventana, cuando a él lo esperabas.

 

 

  • Autor: AVELLANEDA SANTOME (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 28 de noviembre de 2017 a las 13:57
  • Categoría: Sin clasificar
  • Lecturas: 27
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Comentarios1

  • Rosita de Mendoza

    Belleza de poema. Un placer leerlo. Gracias por compartir.

    • Adrian Labansat

      Rosita muchas gracias por esta lectura valoro mucho, mi gratitud por tu lectura



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