**-El Tallador de Madera - Novela Corta-**IV - FIN

Zoraya M. Rodríguez

El inspector vuelve a visitar la casa de Pedro, y recorre de punta a punta la casa. Se percata de algo en una obra sin terminar le falta un pedazo exacto que el hacia una incisión con la gubia se da cuenta de que existe una herramienta. Le pregunta a todos por la gubia, nadie sabía nada más que Pepita que era su comadre, su eterna enamorada y que sí, sabía de las herramientas que el, Pedro, utilizaba para confeccionar su eterna obra. El inspector va a su oficina y averigua el nombre de aquella herramienta. Y da un sobresalto ya sabe con que herramienta o arma blanca fue letal y mortal para el occiso. Deja todo en manos del investigador llamado Clarki para que resuelva el caso antes de medio año. Yolai la dulce muchacha que supo emprender una empresa para elaborar, confeccionar y distribuir artesanías con artesanos diestros y capaces de trabajar por una buena y excelente calidad en la artesanía, da una vuelta extensa por los alrededores de dicha empresa y queda sorprendida con dicho patrimonio excelente de la cultura de un país y tiene y devenga un ingreso muy alto en comparación a otras fábricas artesanas. Yolai esta muy contenta y satisfecha, y desea abrir internacionalmente un museo donde sea del agrado de muchos la esencia y la virtud que posee nuestra cultura y nuestra mano de obra en el arte de la artesanía. Su arte mas trascendental “el bozal del toro”, se creó con dos personajes mirando el río en madera ébano y consiguió lo que nunca una atracción real y un turismo casi perfecto, esencial y que dejo en el comercio turístico un lugar para siempre visitar. Se difiere de una imitación, pero, para Yolai no existe el plagio para ella es original e innata como lo es, sera y siempre sea “el bozal del toro...”.  En Torrezuela todo es alegría, aventura y felicidad sin contar algunos defectos que tiene la vida como errores, robos y delincuencia. Pero, aquella imagen tallada del “el bozal del toro”, no se igualará nunca con el nacimiento de Jesús que tallo Pedro hace algunos meses atrás. Han sido diez meses desde que falleció o murió asesinado. Yolai y Julio se disponen a salir en el BMW que es el auto de por el día para ir a compras. En un escaparate observa artesanía de la de excelencia y era porque era fabricada por su empresa, esta muy contenta y satisfecha con que su empresa haya llegado a tan lejos entre los comercios mas caros del pais. Es otro día, a Julio lo llaman desde el extranjero que tenia que realizar firmas para un contrato de tres años por la venta de carros japoneses en el extranjero. Deja sola,como tantas veces a Yolai, en su mansión. Yolai, ataviada con tanta responsabilidad decide tomar unas horas de descanso como ella es la dueña también era dueña de su vida. Se fue a escondidas de todos, al “bozal del toro”, se sienta enfrente y se imagina el rostro de Pedro, entre aquellas aguas verdes y tan cristalinas como los ojos de Yolai. La bruja no aparece en la tarde en busca de comida. Y los celos de Yolai se encendieron como las velas se encienden en la oscuridad contra el río, porque lo tenia a el, a su amigo, acompañante y amante, a su gran amor. Y quiso ser imperfecta como si ella fuera perfecta, se dijo. Y creo en su corazón una adarga que seria para siempre un amor tan real, tan verdadero y tan único como fue su eterno amor. Yolai siempre dispuesta a amar, a entregar en cuerpo y alma lo que siempre quería tener y ser. Y se fue a su hogar con esa adarga que pensó y creó. Y que fuera un tiempo en que quiso ser mas de lo que fue. Entonces, sucumbio en un desenlace lo que quiso siempre ser una bailarina. Se matricula sin el consentimiento de Julio, en un instituto para ser bailarina clásica. Comienza la primera lección básica con un tutú de color blanco. Y le gusta como ser empresaria. Pasan dos meses, ya casi es una excelente bailarina. Cuando llego Julio, Julio la entendió y le permitió con tal de nunca abandonar las obligaciones de la empresa. Un día en el amanecer llega a su mansión el investigador Clarki para saber todo acerca de la vida del “Tallador de Madera”. Yolai, fue la primera en ser interrogada como conejillo de indias. El investigador pregunta: ¿como es posible que alguien quisiera asesinar a Pedro y mas aun en su taller de artesania?. A lo que Yolai le dice y le cuenta todo lo ocurrido de esa noche y el investigador ya se puede imaginar lo tan sucedido. Pero, quedaba la declaración de Julio que estuvo presente también esa noche. Se detuvo la investigación del asesinato de Pedro en la mansión de Yolai y Julio. Se dice que luego vendrían por la declaración de Julio y que quizás hay arrestos para llegar a la conclusión mas real y verídica. Se dice que el asesinato ya era de concreto que fue un asesinato perpetrado o accidentado. Se va a investigar mas a fondo hasta concluir lo que se quiere terminar de saber. Yolai nunca supo la verdad ella estaba dormida en la habitación de la casa de Julio mientras que Julio estaba sentado en el sofá esperando a que ella se despertara y Pedro en su taller herido de gravedad, con una herida punzante y delirante en su pecho. Va el investigador a la casa donde vivía Pedro, a investigar. Se encrudece la escena mas y mas aunque todo este limpio, pero aun todo regado. Por fin halla la gubia lo que la policía quería encontrar y hallar. Estaba ensangrentada, y sin la punta oblicua de la gubia fuerte de hierro. ¿Pero, que habría ocurrido en verdad?. El tallador de madera, “el dios de la artesanía en ébano”, se hirió totalmente esta claro para el lector pero no aquí en la autoridad. El investigador Clarki toma evidencia de rastros de sangre y huellas dactilares en la gubia de Pedro, se sospecha, pero, aun no se cree. El investigador Clarki, se dispone a salir de la oficina con la evidencia y un auto lo persigue es como quien se cree que van a asesinar por tener la evidencia mas contundente. Es Pedro el muerto, el artesano de la artesanía en ébano, el del nacimiento de Jesús, es el quien persigue al investigador Clarki. Se da una vuelta, cree que el automóvil que lo persigue es sospechoso. Y se detiene en una cafetería y entra. El auto que lo persigue hace lo mismo, pero no lo reconoce tiene lentes y barba. Contiguamente se sientan y el de la barba le dice: “tienes lo que quiero yo”, el investigador mas astuto e inteligente le responde: “y tu eres a quien busco yo”, se creía que era otro delincuente de su lista de mafiosos y de los mas buscados. El de la barba le dice: “ yo quiero la evidencia que tienes en tus manos, no te hagas el tonto”, y Clarki le riposta: “no se que evidencia”. Entonces le dice: “quiero que sean las huellas de Julio el esposo de Yolai las que encuentres ahí evidenciadas, porque me quiero casar con Yolai, es mi eterno amor, invente todo para morir y que creyeran que estaba muerto porque aquella noche vi como nos miraba Julio desde la puerta entreabierta, yo sali de su casa y me fui al taller de artesania y me herí fuertemente con la gubia hasta hacerla romper de miedo, de desesperación, de ser un perdedor mas”. Y el investigador Clarki muy atento y lo arresta por mentir, por hacer de todo, una falsedad, una intriga, un desorden y peor aun una muerte. En la mañana sale en el titular del diario o de la prensa “el tallador de madera “el dios de la artesanía del ébano” quiso ser un muerto y esta vivo....”. Todo el vecindario en la calle hablando de toda la historia informática verdadera y real, del diario y prensa y quiso ser un muerto antes de tiempo. Yolai, adolorida, impotente, casi inevitable de llorar algo que ya había llorado la muerte de su gran amor. No tuvo reparos, no tuvo tiempo, no tuvo momento de decir lo que quería decir, solo callo y se mordió los labios cuando leyó la prensa. Y quedo sin tiempo ni luz. Fue condenado a diez años en prisión. Yolai nunca fue a ver a ese hombre que amo intensamente. Su empresa y ser bailarina aumento en éxito, mientras que Julio en la venta y compra de autos japoneses fue todo un éxito el contrato de tres años para Julio. Yolai fue a visitar “el bozal del toro”, y por primera vez después de aquel momento en que supo toda la verdad habló sinceramente con ella misma. Quiso ser parte de todo aquello que era realidad, se adentro como nunca entre las aguas verdes y cristalinas y se ahogó y se convirtió en la bruja del río del “el bozal del toro” que por supuesto era ella. Buscando comida, se encuentra que las plantas de sus pies tienen cenizas. Como el “bosque de cenizas…” . Yolai, quedo como una eterna bailarina, como una empresaria que todo se fue abajo como los sueños perdidos y desolados. Ahora bailaba en el río “el bozal del toro”. Y se lleno de magia el río. Cuando el río tomo los ojos de Yolai como una aventura siniestra y todo quedo como la verdad. Que Yolai es y será la belleza del río “el bozal del toro”. Y se dijo para sí una noche de hambruna la palabra “amor”, que sí debió de amar con locura a Julio y no a Pedro. Y da la misma vuelta que aquella vez y le sigue una sombra y era ella misma en el pasado. Cuando hizo un juego en “el bozal del toro” con Julio. Y la bruja quedo por siempre entre las piedras de aquel río dando vueltas hasta hacerse desaparecer entre las aguas cristalinas de aquel río “el bozal del toro” en las tardes.



FIN

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  • Autor: EMYZAG (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 18 de noviembre de 2017 a las 00:05
  • Categoría: Sin clasificar
  • Lecturas: 21
  • Usuario favorito de este poema: Hugo Emilio Ocanto.
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