Hoy te digo adiós
estás acabado,
ya no cabe decir más
ni nada queda en blanco.
Recordarás siempre
que no soy yo quien se retira
sino tú mismo
quien pone fin a su vida.
Nunca supe escribir,
aunque sabe Dios que quise,
las más bellas palabras,
pero nadie podrá decir
que no fueron las más amadas,
las más sentidas.
En cada letra estabas tú
y estaba yo rebosando amor,
felicidad, tristeza...
Quizá venga otro
y estaré aquí de nuevo,
como lo estuve siempre,
con mi vida hecha luz amando
o convertida en oscuridad de insecto,
siempre como la imagen reflejada
del espejo que represento,
porque lo quiera o no
yo siempre seré espejo
y tú para siempre serás
mi querido diario viejo.
Comentarios6
Acuérdate de ponerle llave -como cuando teniamos quince- Jajaja .
Lindo poema amiguita.
Cariños,
Ross
Jajajajaja ¡Qué genial tu comentario!
Pero tienes razón, el diario, como las cosas del corazón, deben estar bajo 7 llaves. Jajajaja.
Un abrazo grande, Ross
Ni que los diarios fuesen para confesar crimenes don Perti! Jajaja
Hay 3 comentarios más
Uno y su doble que es el mismo que uno
slds
Saludos. Encantada de verte por aquí
*Leído.
Saludos hasta allá.
Gracias por leerlo. Saludos
Contundente y más claro que el agua
Un beso
Gracias, mi querida y dulce Kitty
Muy bien.
Me ha gustado mucho
La verdad es que me mantuviste en vilo, hasta el último momento que se revela que es un diario 🙂
Excelente.
Un fuerte abrazo
Jajaja me alegro que te haya gusado.
Un afectuoso saludo
Precioso tienes tu propio estilo y personalidad Poetica me encanta 🌹
Gracias, Mael. Tú también tienes un estilo muy particular y me gusta
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