SATANAS

mariano7777

“Al Diablo y a la mujer nunca les falta que hacer”

 

LOS ROSTROS DE SATAN

 

La oscuridad y el  trueno presagian la descarga del cielo y los nubarrones cubren el firmamento entero. Van retornando costa adentro cuatro acampantes  por caminos vecinales tratando de eludir el tráfico del fin de semana. Tal vez siendo en principio una decisión loable, lo  fue menos  cuando estalló la  tormenta  imponiendo en el ambiente su desbocada grandeza. Menudeaba el rayo, el tronar era severo y era a cada momento más  irascible el aguacero. Un vago  pero perceptible malestar metía extraño temor a las almas de los viajeros. Avanzaban en la noche y al resultar lo mismo una opción que otra cuando llegaron al cruce doblaron a la derecha. Todos sentían algo, tenían miedo y no sabían porque. Se suponía que el camino indicado desembocaba en otro principal pero por ahora no aparecía  y todo era oscuridad e incertidumbre.

Cuando se encontraron con el rancho tapera el motor se detuvo abruptamente y no hubo forma de que volviera a arrancar.

El diluvio venia más violento, más furioso el tronar y los relámpagos parecían el Sol del día.

Una cruz invertida y un pentagrama satánico  se destacaron por un instante en el trazo  de un refucilo que dio su latigazo en el cielo.

Estaban desatados los elementos como para que los respete hasta el más imprudente.

Bajaron del auto con las linternas y con dificultad abrieron la puerta del rancho y entraron con resquemor y con cautela.

Sentían miedo. Algo había en el ambiente.

Es raro, se oyó, elegimos este camino y en este camino apareció la tapera y justo acá se paró el auto.

En el rancho encendieron los faroles de campamento y la luz mitigó algo los estados de ánimo.

El ambiente principal era más o menos de tres x tres y una cortina colgada de un marco sin puerta era el paso a una habitación más pequeña con una cama.

Los techos de chapa no estaban a más de dos metros de altura.

La cal desconchada de las paredes daba la idea de mucho tiempo sin ocupación.

Una enorme imagen de cerámica con colores chillones del  gauchito Gil era lo  que presidía la sordidez del lugar.

Todo era vasto, de pésimo gusto y terminado con desidia.

Y además había en la tapera un ambiente indefinible que ponía con suavidad en el alma los roces de un toque  siniestro.

Una cruz invertida como en la que murió Pedro crucificado, que es símbolo para los satanistas era lo que se destacaba roja como la sangre fresca y brillaba desafiante en la pared que enfrentaba a la puerta de entrada.

Se tomaron varios minutos para acomodarse en los dos ambientes.

El que estuvo en  la pieza contigua había encontrado un cráneo humano y un farol de lata con restos de kerosén, mientras los otros tres conversaban y cuando apareció con una calavera caliente nadie encontraba respuesta a la recóndita cuestión de porque una cabeza muerta estaba con temperatura.

Todos dieron una respuesta a cual más disparatada; necesitaban hablar…tenían miedo.

El que traía la calavera  con una sonrisa muy irónica y un tono  de burla, dijo que acababa  de quemar con kerosén la superficie del cráneo porque le daban asco las partículas de piel y los pelos que quedaban.

Y nadie comentó nada más. Tenían miedo.

Las botellas que colocadas verticales en las ventanas permitían al rancho algo de luz en el día dejaban entrar  el relumbrón  de los relámpagos que dibujaban un escenario maligno y de inquietud.

Las descargas habían marcado en el Cielo símbolos satánicos y dibujadas por las líneas de fuego del violento rayo temblaron  los perfiles de un doble relámpago que representa el arma de Zeus y que era el símbolo de las SS.

El pentagrama de revés siguió parpadeando en aquella noche.

Alguien con algún conocimiento de lo oculto murmuro que la figura invertida se asociaba a manifestaciones del diablo.

Por lo que el pentagrama era un símbolo del Mal, un elemento infernal empleado por las brujas en sus magias, que son una manifestación de Satán.

Los cuatro compartían la misma agitación.

Que era la antigua y eterna emoción del miedo que cada vez estaba más cerca del pánico.

Entonces el susto de los cuatro fue muy desagradable.

Varios golpes vigorosos sonaron sorpresivamente en la puerta.

Quedaron paralizados sin el más mínimo poder de reacción.

No se asusten, se oyó,  Soy el puestero Ondarré  y voy de paso.

El más maduro del grupo respondió temeroso, pero abrió la puerta.

Un vasco de gran talla  y de mejillas coloradas saludo amistosamente y entró a la vivienda con su gran capote negro chorreando agua.

Tengo mi casa acá cerquita nomás y trabajo para la estancia “La Dolorida”.

Vi luces y pensé que debía hacer una parada; ahora me voy a dormir.

Cualquier cosa estoy un kilómetro arriba por este camino, fue lo poco que dijo y se marchó.

Pero había en la noche algo extraño, era una presencia  profunda,  siniestra,  oscura.

Era algo de otro plano distinto de la realidad.

Como se dijo y todos entendieron; había una entidad que no era de este mundo.

¡Miedo! ¡Miedo! ¡Miedo!

Se conquistaban imperios por miedo; se vencía por miedo y las personas obedecían por miedo.

Ahora había gente que por terror y pánico estaba descontrolada.

Estaba enloqueciendo por ¡Miedo!.

Acordaron los cuatro acampantes tratar de descansar un poco.

Nadie claro esta quería ni podía dormir. La presencia de otro mundo se manifestaba entre muchas cosas por la repentina animosidad de los amigos viajeros que habían llegado a los límites de amenazarse furiosamente.

Tenían mucho miedo.

¿Eran los fenómenos que ocurrían objetivos o los producían los retorcidos meandros de imaginación  de cuatro jóvenes asustados?

Las expresiones de los muchachos habían cambiado; parecían treinta años más viejos tenían los ojos inyectados y un rictus de maldad en sus caras.

También la expresión del gauchito Gil era distinta. Su mirada era amenazante y tenía las facciones de Satanás mientras no cesaba su carcajada que llegaba desde el propio averno.

Las fuerzas de la oscuridad estaban en movimiento.

Los ánimos no estaban en sus cabales.

Después de una feroz riña las puñaladas que uno de los jóvenes había propinado al otro  lo tenían a este en agonía tendido en la cama.

Todo estaba en poder de aquelarres de brujas dominadas por Satán.

El ambiente estaba endemoniado y en poder de las fuerzas ocultas.

El grupo estaba  poseído,  y el rancho estaba perverso, maldito.

Las normas naturales se habían desquiciado y las mentes habían enloquecido.

Al otro día había mucha agua en los campos pero el Sol era radiante.

Dentro del rancho se encontró un baño de sangre y el único sobreviviente tenía la mente totalmente desquiciada y hubo necesidad del chaleco de fuerza para retirarlo con sus gritos desgarradores y con su conciencia muy lejos de este mundo.

Entre los gritos y la violencia se produjo en ese momento un estallido de auto combustión y todo termino en llamas.

Poco pudo hacer la autopsia con los que quedaban porque el fuego todo lo calcino y quedaron las cenizas que dejo el demonio.

El gaucho Ondarré declaro que jamás había percibido tanto miedo como en su pasada por el rancho la noche anterior.

Realmente era  mucho miedo comentaba Iñaqui Ondarré.

Y agregaba, por el coño de mi madre que esto es cosa del propio Lucifer.

¡No es la primera vez, dijo muy serio el hombre! …¡Y tampoco ha de ser la última!, agregó con un tono enigmático.

Mucho miedo, volvió a repetir Ondarré con una mirada diabólica, apretando en su mano una cruz de cabeza.

Mientras de costado hacia satánicas reverencias sobre un pentagrama invertido.

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  • Autor: mariano7777 (Offline Offline)
  • Publicado: 6 de noviembre de 2017 a las 22:55
  • Categoría: Sin clasificar
  • Lecturas: 23
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Comentarios1

  • mariano7777

    El Pentagrama ha sido asociado desde hace mucho tiempo con el misterio y la magia. Este símbolo sin duda es el más reconocido por todos los seguidores de la tradición pagana y es tan antiguo que su origen preciso se desconoce. Ha sido utilizado desde épocas remotas como talismán de protección, pero su utilización masiva y de hecho, su imagen más popular, se vinculan al satanismo.
    ...asi es, una estrella de cinco puntas......
    En el invertido, una de las puntas señala hacia abajo....dos hacia arriba y las dos restantes al costado.....
    Muchas gracias por tu observación.



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