Libres soledades

Lucila Flores

Los libres están solos 

porque no poseen 

nada ni a nadie,

porque no atan

con palabras

ni encuentros.

 

Los libres 

dejan ser al otro,

dejando todo al tiempo.

 

Besan el recuerdo

albergando en el alma 

el ultimo abrazo.

 

solo juegan

a ser esclavos del amor.

  • Autor: Lucila Flores (Offline Offline)
  • Publicado: 4 de noviembre de 2017 a las 17:20
  • Categoría: Sin clasificar
  • Lecturas: 91
  • Usuario favorito de este poema: Paolo_Gil_Euceda.
Llevate gratis una Antología Poética ↓

Recibe el ebook en segundos 50 poemas de 50 poetas distintos Novedades semanales


Comentarios5

  • Neptuno

    El amor es libertad o al menos eso debería serlo. El vincularse con otra persona, muchas veces, implica un sentido de posesión. Tus versos son verdaderos aforismos de lo que realmente debería ser concebido el amor. Me gustó leerte. Saludos.

    • Lucila Flores

      🙂 abrazo!
      gracias por el comentario.
      Habrá que aprendeer de lo que le sale a uno del alma a escribir..

      • Lucila Flores

        Gracias Neptupno!! me daré una vuelta por tus poemas también

      • Heber Urbina

        Muy bonito... me gusto

        • Lucila Flores

          Gracias por escribir, y por tus palabras

        • Fabio Robles

          Linda expresión de libertad atada solo al amor, un gusto leerte. Mi saludo de amistad

        • LUIS.RO

          Esclavos del amor y libres, no lo capto, Saludos

        • Paolo_Gil_Euceda

          "Los libres están solos
          porque no poseen
          nada ni a nadie,"

          Cómo olvidar estos versos...
          Dificil es poseerse, hasta un espejo nos burla aún acercándonos. El peso de la libertad suele ir acompañdo del peso de la soledad y viceversa. Si fueramos dueñas de nuestra ironía y conquistaramos nuestro propio corazón no nos sentiríamos tan a solas por dejar ser a lo ajeno, como debe ser, y si cabe ayudar a que sea sin atar, sino como extensión que libere. Si hay amor, de seguro duele y no es por otra culpa de nuestra propia mediocridad, otra cosa son las malas intenciones, que son otro asunto.



        Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.