La manta negra de la noche,
arrastrada por el viento
se arremolina contra las ramas esqueléticas de los árboles,
dejando entreverse esporádicamente las lápidas retorcidas y
resquebradas del cementerio abandonado.
Chilla un cuervo despavorido, dando vueltas en la negrura de la noche.
Voces lejanas…gritos desgarradores…el aúllo acongojado de un perro.
Corro…me agacho…me esquivo, inútilmente, entre las hojas muertas.
Me persiguen, despiadadamente. Me acechan, deleitándose de mi terror,
de mi pena. Sus risas me sacuden hasta el alma.
Incapaz de escaparme, me rindo. Mi cuerpo se estremece.
Sollozo incontroladamente.
Las despedidas. Los malditos adioses.
JAC
Comentarios2
like a horror´s movie xD
Genial 🙂
*Leído.
Saludos.
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.