¿Qué se creen estos hijueputas?
¿Que pueden venir a joderme a mí?
A mí, que soy el amo
de estas fachadas agrietadas, sucias,
de estas calzadas rotas y húmedas
A mí que tengo la piel dura
de soportar el fuego solar
que me abraza y me abrasa,
dura de aguantar el calambre
que trae el aire de la madrugada
Yo pertenezco a este cielo infinito
y de este cielo también soy dueño
Todo un techo iluminado,
roto, espejismo de calores,
de furias de agua,
paraíso de azúcares
de algodones
y como el algodón
efímero, vano
Vienen con sus maricadas
a intentar robarme
el fuerte olor de la orina
en las esquinas
El olfato es innegociable
y el hambre es mi mayor virtud
¡Eso, señores, eso no me lo pueden quitar!
Este reino nauseabundo,
fétido y áspero
soy yo.
Soy yo mismo que me reproduzco
en los vericuetos
de la ciudad,
que me escurro
en los parajes inhóspitos,
en los burdeles de a peso.
Vienen con sus mitos
de salvación
con vapores de aguapanelas
de pan de doscientos
de queso rancio
Yo conozco las hediondeses
de la mierda
y entre la mierda he vivido.
Y, ¡lo juro!
a la mierda volveré
Se apartan de mí,
de mis uñas largas,
de mis cabellos enmarañados
de mi vaho apestoso
de mi sonrisa rota
Quieren vestirme
de un color díafano,
fusilarme con pastillas de jabón
y aromas que me son extraños,
pero mi color viene
de las entrañas de la tierra
del barro y la raíz,
de lo profundo
y de la esencia verdadera
Es cierto, a veces
solo a veces
me falta un corazón.
Uno que me sostenga la cabeza
para que no se estrelle en el pavimento.
Uno que acompañe
este nomadismo
al que estoy atado.
Cuando este cuerpo
siente algo
tan parecido al afecto
lo más sensato
aparece
en cuatro patas,
dos orejas,
unos dientes
más completos
más sinceros que los míos
Su hedor es también el mío
y nos reconocemos
porque compartimos el hambre
y los harapos,
porque mutamos con el tiempo.
El ser es él.
La bestia soy yo.
Y yo
sigo fabricado por este asfalto.
Soy realmente
habitante de la calle
mi morada
de cuero, latón
porcelana, cerámica,
vidrio, papel, cartón
aluminio, madera
yerba, sangre, saliva
sombra, frío y calor
¡Qué joyas preciosas!
La podredumbre es mi derecho
la miseria mi deber.
León Aronnax.
Comentarios2
*Leído.
Saludos.
El ser es él.
La bestia soy yo.
Al revés pero la imagen es la exacta, según no difiero.
Saludos
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