Ella, ella necesita conocer el color del tallo, necesita dejar de preguntar cómo es que lucen las hojas que aún avivan por su color.

Estamos en otoño y las que están marchitas son las de mejor cualidad. Ya tuvieron su juicio, y andan buscando un razón, un pretexto perfecto para volverla a ver

Necesita poner en marcha un poder sagrado, que lea mentes y cuentos
Que averigüe por que el árbol crece tan torcido y torcido nos envicia para amarlo

Encorvar mi mano antes de congelar a su puño cerrado, antes de que necesite de una nueva dosis de tierra y pastizal

Porque ella necesita de un abono natural, que se le otorgue de viernes a domingo con rayos de sol y reflejo de luna

Si el mismo tallo que nos eriza la piel, es la misma desgracia que nos derrumba con pasiones

Quien seria ella para la inmensa capa de ozono, que erosiona por su cuerpo y traza un lienzo para los enamorados

Ella necesita de poesía que la nutra por debajo de su ombligo, en cada poro hambriento de su divino ser

Ella necesita conocer los días secretos, dónde la razón se ausenta y la única vía de presenciar su belleza es con la lírica de su voz

Necesita quitarse la etiqueta y andar libre por este mundo lleno de vicios. Embriagar las neuronas y respirar el humo denso

Lo que necesita es de versos, que le recuerden que también irradia vida en cada bofetada de humo que nos hace respirar