Cada vez que te acercas, agrietas mi coraza de hielo con el calor de tu cuerpo, derritiendo eso que tanto me costo construir, haciendo latir desesperadamente a un corazón agonizante, que lo único que quiere es que lo ayuden a bien morir.
Cada vez que te acercas, agrietas mi coraza de hielo con el calor de tu cuerpo, derritiendo eso que tanto me costo construir, haciendo latir desesperadamente a un corazón agonizante, que lo único que quiere es que lo ayuden a bien morir.
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.