Como melancólica melodía que se lleva la brisa
el murmullo de sus pezones
abren sedientos
El fogón
encendido
cruje en las manos hambrientas
Olvidados leños
a la intemperie
emulan el grito desesperado
Los dedos
temblorosos
calman la vorágine
reinician el fuego
Comentarios4
El inveterado ritual humano, del cuerpo en medio del deseo.
Esteban
Tentación universal / por ello / los seres vivos hacemos que el tiempo adquiera existencia / vida / Gracias Esteban
Intensos versos, cuando la pasión empieza y levanta ese fuego que hace arder los cuerpos. Muy bueno, saludos
Genial Fabio / gracias
Muy bien descrito el sentimiento en tu genial poema estimado amigo Jose..
Un placer pasar por tu portal...
El Hombre de la Rosa
Magistral como todo lo que publicas, los anteriores y los que han llegado después.
Un abrazo querido amigo, te admiro, tus letras me llegan siempre.
Gracias Antero / en las tuyas y otros mil / el más grande caudal para la humanidad / herencia poética sin fronteras
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