A través

marlowe

 

Nacer y morir en este día,

Es en ese arco de triunfo de austral ciudad donde en silencio nos gustamos,

Fue aquella vez que, con timidez, en un portal sagrado nos sentimos,

Mas también, en un portal menos sagrado, nos perdimos.

Innumerables veces el reloj giró, la vida transformó,

El mundo con la ciencia, la pluma a binario convirtió,

Poco a poco mansamente, el tiempo llenó de polvo los recuerdos,

Pero un día buscando tu vida descubrí mi vida,

Buscando tú la mía descubriste que existía.

 

En un paraje de la ruta nos hallamos,   

Talvez serían los tiempos de encontrarnos,

Tus manos y mis manos, emociones renovadas, corazones al galope,

Palabras y versos sonaron como el aire que respiro y respiras.

Miradas perdidas, horas mudas e indulgentes de deseos,

Mas un día de repente… cuando hojas secas caían,

Si… en otoño, me tentaste,

Me tentaste con tu mirada, con tu palabra, con la oscilación de tu cuerpo vibrante,

Se encendieron las hogueras, con la llama de tu esencia y la chispa de mis ansias,

Interminables fueron, brasas en la fragua,

Deseo contenido, desbocado y consentido,

Tormenta de pasión, desiertos inundados,

Pasión desbordando las fuentes de la vida.

 

Tu mano en mi mano tomé, tu boca en mi boca besé, fuiste mía otra vez.

Logré poseerte…sin tocarte, sin besarte, me amaste y te amé.

Volamos en la magia de la aplicación con las alas del amor,

se elevaron…nuestros corazones en el brillo de los monitores.

Un sitio insinuaste, con tus ojos chispeantes, con voz ronroneante, y con tus manos ordenaste.

Frente a frente, tu mirada y mi mirada, tu ombligo y mi ombligo, tu piel y mi piel, tus palabras mis palabras en el sitio otra vez.

Todo el día, todos los días, en medio de la tarde, en la oscura noche, en la fría mañana, dueños tú de mí y yo de ti,  

En medio de esa luz brillante, tus besos yo tomé, tus labios yo partí a tu vida me metí.  

Con tus ojos y los míos yo pacté, con mi mente y tu mente nos amamos.

Del sabor de tu piel me impregné, del temblor de tu cuerpo tu forma dibujé,

Del aroma de tu ser cada instante respiro, el mando tome y sueños realicé.

Besando tu imagen yo te amé, besando tu la mía me sentías.

Mirando, y soñando nuestras ansias quedaron, aunque años pasaron.

 

Ganas y nuestras almas   movieron el sedimento del tiempo,  

Y sentimos el fondo, fondo del lecho de nuestros senderos recorridos.

Fondo rugoso, sediento y ardiente, lisonjo y lascivo,

Cimiento, profundo, oculto, sensual y misterioso de amor y sabiduría,

Raíz mezclada de la sangre y el sudor de lo vivido,

Fondo de susurros y gemidos en los oídos traídos por gritos apagados en bocas temblorosas,

Sendero abrasivo donde anidan los fluidos y el vaho de los sudarios del destino,

Mujer que todo lo das y todo recibo, amor que todo le doy y siempre conmigo.

Camino común que ahora  recorrimos, en el mundo virtual en que vivimos.

Buscando tu vida descubrí mi vida,

Buscando tú la mía descubriste que existía.

Nacer y morir en este día.

  • Autor: masara (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 8 de septiembre de 2017 a las 23:09
  • Comentario del autor sobre el poema: El mundo del amor y la tecnología digital
  • Categoría: Amor
  • Lecturas: 31
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