Te marchaste.
No muy lejos de mi, justo al lado;
pero te marchaste.
Solía quererte,
solías quererme,
y ahora ni cordura me queda.
Sigo buscando explicación a mi alivio,
¿por qué no te estoy llorando? ¿por qué no estoy llorando a nuestra pérdida?
Quiero hacerlo.
He perdido el sentimiento de tristeza.
El mero hecho de saber que estabas, me bastaba.
No necesitaba, saludos, abrazos o miradas. Solo necesitaba saber que estabas.
Por primera vez, mi corazón está débil.
No se ha roto como el mundo entero dice, si no que, simplemente duele.
Solía quererte, aún lo hago.
Tú me pierdes,
yo te pierdo.
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