AL CONOCERLA

Yiyou


Mi estricto vacío negro,
como una cueva en un laberinto,
sin sombras, pero con una oscuridad
terrible, misteriosa e inquietante.
Como un bosque tenebroso, inmenso y desconocido,
por todas las memorias unificadas,
que el mismísimo diablo,
en su estricta soledad conoció por viejo.
Al conocerla, mi barriga amaneció sin palidecer,
a la luz de la mañana, le recité versos a Dios sin saciarme,
ya que, la vida no sabe cuando muere,
 pero si al morir, que sucedió en la vida.
Y a mis manos le brotaron rosas,
para poder lograr acariciar
y  anudarme a su cuello,
y así perfumarla. Reconocí que de la nada,
todo era posible, y mis lágrimas,
se acunaron en mi sonrisa risueña sin muecas.
El escombro del presidio, que yacía
en mi barriga, se esfumó repentino,
por las calles y los bancos
de los parques, adornados
de cipreses y fresnos.
Y mi barriga volvió a sentir,
al conocerla, que estaba vivo,
recordando que los muertos nunca mueren,
porque la muerte forma parte de la vida.

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Comentarios2

  • Maria Hodunok.

    Que letras, poeta.
    Fuertes, intensas, muy melancólicas...pero el final, espectacular.
    Placer conocerte y leerte.
    Saludos.!!!!!

    • Yiyou

      Muchas gracias Maria,
      El placer es mío
      Un abrazo

    • El Hombre de la Rosa

      Un hermoso y genial poema de amor estimado Yiyou
      Un placer leer tu versar..
      Abrazo de amistad desde Torrelavega
      El Hombre de la Rosa

      • Yiyou

        Muchas gracias por la aportación, El Hombre de la Rosa.
        El gusto es mío.
        Saludos amigo.
        Yiyou



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