El horno es el calor en que me muevo

Ando rodeado de gente, gente comprometida.

Arquitectura A, proyección geomorfológica X,

Medir escultura, registrar obra objeto de patente.

Se presentan las Señorias en avanzados SUV,

Paseados brillantes perros por distintos caballeros,

Educados, el guante a precepto

Deja el césped suave

Para los infantes bien petulantes.

Otras suben a las escaleras martilleando sin parar

El objeto del proyecto, después del acto de soldar el esqueleto.

Las unidades avanzadas proceden de forma inesperada.

En la calzada de calcáreo dibujado,

Los ancianos rodean la glorieta, el mirador.

Algunas hembras alfa llevan a casa a jóvenes adyacentes,

Los horrores vomitados por el paradigma secular actitudinal,

Enfocado en los impotentes consortes prístinos y complacientes.

Muertes y funerales, y la carretera atareada continúa.

En frente, ardua, flanqueada de gente alta, tatuada, desnuda,

Insertada en la arena virtual, que el real está fuera de moda.

Los amores, habéis vivido jamás, reeditados

Con criatura alguna, falta de confianza, traición.

(Y el traidor seré yo como me convencen, después de todo?)

Amor rectificado en afectos, sin reedición.

Catalogar la emoción como permitida

Si es útil a la identidad, positiva, Q.I. Emocional.

Desvalor = nostalgia de gente a olvidar

Y la nostalgia de tener cariño falso o verdadero

Y aun así, entero, quizá, verdadero,

La asunción de que siempre estaré uno,

En el viento de la gente empeñada,

Muestra que lo que sé es la orilla del ignoro.

Agua templada sin sabor de cloro.

Y ni cuello ni un hombro de mujer,

Ni en sueños revueltos allí descanso.

Mientras este desencuentro conmigo me corresponde.

Sin embargo, las batidores, ajenas a lo que allí pasa,

Se silban a girar, es bueno saber que habrá masa.

El horno a leña es el calor en el que se mueve, lo que me llevará.

Un día seré una pizza estropeada, sin pepperoni, mordida, fría,

Agotado el calor que calienta el desacuerdo de las palabras inútiles.

Y no habrá quien por mí rece, ni siquiera una Ave María.

Me ardí en la pila de los despojados,

Contento de estar lejos de la capilla de los bien arreglados.

Que mis hijos me olviden o reconozcan,

¡En las juguetonas llamas a bailar las chispas, aparezcan!

¡Que se desvanece en el humo, libre de cualquier gracia!

(Señor que no te rezo, vanas filosofías,

En estos desahogos goteo pus y patologías)