EL CREDO DE LOS CHEROS

José Roberto Vásquez

 

 

El Salvador en  que creemos  es el de los cerros llenos de  palos con guayabas, mangos, manzanas pedorras, matasanos y tapaculos, vacas lecheras con sus terneros mugiendo  mientras los corraleros las ordeñan de madrugada, Y a lo lejos ya llega el aroma a frijoles fritos con manteca de tunco, tortilla tostada y café caliente y un cipote cortando los chilitos cola de gallo sembrados frente al corredor donde el tata ya está sentado en el tabanco esperando el desayuno mientras pronostica el clima.

 

(Sin guardia nacional)

 

El Salvador en que creemos es aquel en que los buses departamentales pasan  a las tres de la mañana  por las calles en  los pueblos recogiendo a los viajeros antes de llegar a la terminal para salir rumbo a la capital, queda tiempo para desayunar  con pan de papa, leche de vaca recién ordeñada que se compra en la puerta de las casas y la sirven del cuchumbo de lata con medida exacta mientras la abuela sale a bañarse pues los repiques a las cuatro y media de la mañana  anuncian la misa de cinco antes de tomar el chuco con frijoles momos y pan francés recién horneado y para el abuelo el ponche caliente con piquete.

 

(Sin policía nacional)

 

El Salvador en que creemos, es el de ¡mamá  ya me voy para la escuela¡.. Bueno hijo Dios me lo bendiga, agarre  los cinco centavos para la melcocha, yo estoy  esperando la cita de  ANTEL para recibir llamada de su tía para que me diga cuando viene a quedarse con nosotros.

 

(Sin reclutamiento forzoso)

 

El Salvador en que creemos es el de los intramuros de la escuela donde se lucen uniformes deportivos nuevos hechos a mano con sacrificio y mucho mucho amor, antes que lleguen los desfiles del 15 de Septiembre, donde no importa a quien se conmemora, lo que importa es marchar en el desfile.

 

(Sin castigo bajo la campana)

 

El Salvador en que creemos es el de cinco manos de elotes y un manojo de frijoles nuevos por dos cincuenta de Colón comprado donde la niña Tita la del puesto en el  mercado, mientras los cipotes van al catecismo en la  parroquial antes de misa, luego reunirse con los cheros  en los corredores  de la alcaldía para ver las caricaturas de Popeye, Félix el gato  y perdidos en el espacio.

 

(Sin transgénicos, pesticidas ni pedofilia)

 

El Salvador en  que creemos es el de los conciertos de la banda de guerra del cuartel, ir a ver cómo le sacan la lengua con palo a los cuches en el tiangue y los toros bravos corriendo en los corrales, la herrería donde se pelea con el diablo para ponerle las herraduras nuevas al caballo por que viene desde Cojute cargando chaparro curado.

 

(Sin policía de hacienda ni latifundios malcriados)

 

El Salvador en que creemos es el de cabezas pelonas a puro  pato bravo o francesita clara- hijo anda a conseguirme  una libra de cal para cocer el maíz para mañana- vaya mami, ¡quiero  un meneyito y un topogigio¡, ¡oye¿ ta bueno hombre¡

 

(Sin ORDEN, patrulla cantonal ni salarios de tristeza)

 

El Salvador en  que creemos es el de los eventos del día de la madre y los turnos de la escuela en donde sin quererlo nos damos el taco de comer de lujo las enchiladas y tomar la horchata que venden en las fiestas patronales, ¡que rica minuta de limón ¡ ¿habrá atol de elote? 

 

(Sin supermercados ni transnacionales)

 

El Salvador en que creemos es el de viajar en el  tren  hasta Cutuco y aprenderse todas las estaciones y el pito de la locomotora  cuando se aproxima al pueblo y que salgan  corriendo las vendedoras de pupusas, mango, sandia, ¿!va querer amor ¡? , llegar a la Unión a la hora más  fresca,-¡creo que me comeré como veinte tortillas porque aquí las hacen bien  finitas¡ ¡mira si tienen punches con arroz negrito por favor¡, ! cuando pasamos por San Miguel me hubieras dicho niña!

 

(Sin desparecidos,guerras ni ofensivas)

 

El Salvador en  que creemos es el de Caluco tropical  paraíso del edén, comer yuca con chicharrón en Salcuatitan, comprarme un petate en Nahuizalco (de lujo), amanecer fresco en la laguna verde para ir a bañarnos a los chorros de la Calera parando en los miradores para ver el lago de Coatepeque, el cerro el Chingo y el río Paz.

 

(Sin masacres ni ejércitos extranjeros)

 

El Salvador en  que creemos es el de vamos a Sensunte  y  compramos queso duro  de la Puebla, tal vez tengamos suerte y estén los Torres tocando en el parque, y  si queda tiempo vamos  a San Sebastián y comprarnos una hamaca, ¿¡tan bonitas que son verdad?¡ , almorzamos  en San Rafael Cedros pegadito  a la Gasolinera donde las viejitas de siempre y si no pasamos al cantón Santa Lucia, hoy es Jueves día de destazo, ya han de estar saliendo los chicharrones.

 

(Sin corrupción ni amaños en la lotería)

 

El Salvador en que creemos es el de las tilapias de Colima, los partidos del sombrero, las artesanías de la Palma, el aullido de coyotes en las Pilas y ver venados en Morazán, solo das un paso y llegas de Concepción de Oriente a Honduras, recorramos todo el Guascoran que dicen que  cambio su cauce por un huracán allá por el 34.

 

(Sin Bolsones ni guerras de cien horas mentirosas)

 

El Salvador en que creemos es el del cerro de la Pavas para mirar la laguna, las chiches del volcán de San Vicente  y la carretera panorámica,  poder visitar Analquito, cerquita de Candelaria, bien salimos por los Tepezontes hasta llegar a Texacuangos, ni modo, no podemos despreciar las pupusas de Olocuilta, ¡gran vuelta que vamos a dar¡

 

(Sin la renta pero con curtido para las pupusas)

 

 

  • Autor: Roberto Vásquez (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 22 de agosto de 2017 a las 12:47
  • Categoría: Surrealista
  • Lecturas: 49
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