Los optimistas nacéis como todos, con lo puesto; apenas un cuerpo que envuelve un corazón, y un cerebro que alberga el pensamiento.
Pero a diferencia de los demás, con vuestros ojos vais buscando aquello más bello con lo que construir vuestras vidas.
Con vuestras manos vais trabajando lo que recogéis por el camino, mientras vuestros oídos se alegran con el solo cantar de los pájaros.
En las manos se os hacen callos pero no os importa porque sabéis que así resisten mejor el embestida de lo áspero.
Y mientras ensambláis lo bello, los pesimistas desde su abismo os gritan que os falta un tornillo.
No dejéis nunca que os desanimen las palabras de los desfallecidos.
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Autor:
Bambú (
Offline) - Publicado: 8 de agosto de 2017 a las 16:01
- Categoría: Carta
- Lecturas: 37
- Usuarios favoritos de este poema: Edmundo Vélez Alcívar, María C., Mael Lorens, Raquelinamor.
Offline)
Comentarios4
Amiga , me encantó el poema, enfoque que agradece a la vida y disfruta de lid pequeños/grandes detalles. Muchas gracias y un abrazo fraterno
Así es, Fabio. Yo creo que ser optimista es una capacidad con la que se nace. Y es maravilloso conocer gente que sabe ver y disfrutar, como dices tú, de esos pequeños/grandes detalles que la vida ofrece.
Muy buena reflexión bambu
Un buen día tengas poetisa
Muchas gracias, de todo corazón. Me alegra que te haya gustado.
Un afectuoso saludo
Bien 👌
🌷🌷🌷🌷
Que grato placer he tenido al pasar por este muro tan concurrido y encontrarme con la sorpresa de una misiva candente con todos los elementos suficientes para ser manual de aquellos desfallecidos que no saben lo que el optimismo bien habido. Excelente razonamiento poético al respecto nos has brindado, sinceras felicitaciones y por sobradas razones optimismo es tener seguridad en lo que hacemos, sin importar lo que piense el de la acera de enfrente, pues da satisfacciones. Gracias por compartir y recibe saludos de universal amor de raquelinamor
Un enorme placer recibirte por aquí. Has sabido encontrar con tu comentario la verdadera importancia del manual: no permitir nunca que nos cubran las losas de los pesimistas.
Un cordial saludo
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