La tranquila vaga

Margarita García Alonso

 

 ...me convertí en un loco con largos intervalos de horrible cordura. Poe.

 

Yo, la pereza,

atada a medias de lana,

con el ojo en desvelo aguardo

que las neuronas me permitan

abrir la ventana,

pero poner un pie me da vértigos,

de sudores habitada,

tiemblo en un mar de helechos.

 

La Manche me ha agotado

con su ulular persistente.

En esta plaza olisqueo

seres que recrean con aspavientos

la que no soy.

 

Me desconsuela el espanto

que trasciende de sus rostros,

pero a-penas hago esfuerzos

al peinarme.

Como si cargase

mil hombres y mujeres desprotegidos,

froto las manos y me adentro

en el insolente

desatino que nos une.

 

Soy la vaga que cava

una gruta hasta el panadero

que cada amanecer

escupe en la harina.

Le observo, a las cinco del alba

se toca la entrepierna

y del delantal asciende la niebla.

 

La racleta de mantequilla

afina como un arpa

sobre el patio de lo que fue mi casa.

Casa que levanté bajo nevada:

mesa rústica, techo agujereado

y mis padres extendidos

sobre una colcha de ovejas.

 

Yo, la parásita,

me alimento de letras,

en correos de un amarillo triste

como todo lo que llega

de esa isla de veranos.

 

Yo, la pereza,

desgarro papelillos de biblia,

rasgo poemarios

para fumar un cigarro

con ángeles y demonios,

sin poder ayudar a unos y a otros

en este oficio, este experimentar

pobreza tras pobreza,

enfermedad tras enfermedad

fe, agnosticismo y fe

porque algo hay que cultivar en el acuario

para algo me fue dada esta mano abismada,

este cuerpo que remienda oficio e hilvana

cierta luz en el esqueleto

que apenas sostiene

mi sombra en la ventana,

frente a otro dedal,

otra aguja que se instala

en otra gota de sangre.

 

Del libro El centeno que corta el aire, Betania, Madrid, 2013

Ofrezco mi pecho lo mismo al bien que al mal.

W.Whitman

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Comentarios2

  • Bambú

    Me has dejado conmocionada. Qué buena poesía, sí señora, poesía de la buena

    • Margarita García Alonso

      Gracias por tu luz y energía, que la mano despierte y escriba, saludos Bambú

      • Bambú

        Es un gran placer

      • Julio Barrantes

        Me gusta, filosofia profunda. Salud para Ud. amiga Margarita.



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