*** Virginia Woolf *** (Relato) - Autor: Kavanarudén - - Interpreta: Hugo Emilio Ocanto - - Grabado -

Hugo Emilio Ocanto





 

Con cierto nerviosismo cerraste la carta. La dejaste en la mesa que está delante de la puerta de entrada, donde Leonard pudiera verla apenas entrara de su trabajo.

Sin perder tiempo te dirigiste al torrente. Ese torrente que varias veces acompañó tu inspiración. En sus orillas nació el personaje de tu novela favorita: “La Señora Dolloway”.

Nadie te vio salir. Silenciosa cruzaste la puerta y te adentraste al bosque en dirección al río.

El día era pleno de luz. El astro rey se hacía presente con todo su vigor, aquel 28 de marzo del 1941. Los aromas de la recién llegada primavera lo envolvían todo. Era un día perfecto para cumplir lo que te habías cometido.

El canto dulce de un ruiseñor te hizo detener de repente. Lo buscaste con tu vista hasta encontrarlo. Ave hermosa que siempre habías admirado. Cerraste tus ojos para disfrutar al máximo tan hermosa melodía. El viento fuerte del este, te trajo de nuevo a la realidad y retomaste tu camino.

 

A tu paso las flores silvestres te saludaban. La maleza jamás te había visto con tanta premura. ¡Alguna idea tendrá!, ¡alguna musa ronda su cabeza!, pensó el fantástico cedro que acariciaste mientras pasabas. Mientras seguías tu camino.

 

El Ouse estaba crecido. La corriente era particularmente agitada aquel día.

Un escalofrío te estremeció, mas no quisiste pensar demasiado. Te acercaste a la orilla y comenzaste a recoger algunas piedras metiéndolas en el bolsillo de tu vestido.

En aquel instante te vino en mente la figura de tu madre moribunda. Contabas tan solo con trece años de edad. Fue un dolor intenso que te hizo sufrir tu primer ataque depresivo. Te sentiste sola. La vida te había arrancado al ser más querido, cuando más lo necesitabas ¿Por qué? te preguntaste. La respuesta a tu gemido jamás llegó. Aprendiste a convivir con tan cruento dolor.

 

Miraste de nuevo el río. Diste otros pasos y de nuevo te agachaste para asir otras piedras. Otro recuerdo vino a tu memoria, tu padre aquejado, dolorido por un cáncer terminal. La vida de nuevo te daba otra cachetada. Tu profunda sensibilidad te hizo sufrir el doble. Escuchaste de nuevo, en ese instante, los gritos de tu padre. ¡No me dejes, te lo pido! Suplicaste en el lecho de muerte. Él tomó fuerte tu mano y expiró. Otro pedazo de tu vida arrancado. De nuevo entraste en el túnel profundo y oscuro de la depresión. Sufrimiento, soledad, impotencia, tristeza profunda, hasta que pudiste, a duras penas, superarla.

Trastorno bipolar, te diagnosticaron. Te refugiaste en la escritura, en tu producción dando a luz obras maestras literarias.

Otros pasos más en el río, otras piedras recogiste introduciéndolas en los bolsillos de tu abrigo. Miraste al cielo, era particularmente celeste aquel día. Te sentìas cansada, agotada, destruida. En ese momento otro recuerdo vino a tu encuentro: Leonard, tu Leonard, tu gran amor.

En estos momentos estaría por llegar a casa. Lo amabas demasiado para que siguiera sufriendo. Cuánta paciencia había tenido con tus ataques de pánico, con tu temor constante. Según pasaban los días las voces que escuchaba dentro de su cabeza habían aumentado. Su mayor temor era la locura. ¡No! No podías permitir que sucediera de nuevo. No tenías fuerzas para seguir.

 

Te descalzaste, con los pies desnudos entraste al río. El agua aún fría te hizo estremecer. Seguiste con pie firme hasta que no pudiste sentir el fondo y te abandonaste. La corriente te arrastró. Tu cuerpo inerme no opuso resistencia. Tus pulmones comenzaron a llenarse de agua. Una angustia profunda sentiste y después una gran quietud, una gran paz. El afluente te acogió en su regazo ahogando para siempre las voces que te atormentaban, tu sufrimiento, tu desolación, tu impotencia, tu depresión.

 

Al llegar Leonard encontró la puerta abierta. Se extrañó de este hecho. Lo primero que vio fue la carta la cual tomó con premura. Reconoció la grafía perfecta de su amada esposa: “A ti querido amor. Perdóname”.

Con manos trémulas la abrió y comenzó a leer:

 

Adorado Leonard

"Siento que voy a enloquecer de nuevo.

Creo que no podemos pasar otra vez por una de esas épocas terribles. Y no puedo recuperarme esta vez. Comienzo a oír voces, y no puedo concentrarme. Así que hago lo que me parece lo mejor que puedo hacer.

Tú me has dado la máxima felicidad posible. Has sido en todos los sentidos todo lo que cualquiera podría ser. Creo que dos personas no pueden ser más felices hasta que vino esta terrible enfermedad. No puedo luchar más. Sé que estoy arruinando tu vida, que sin mí tú podrás trabajar. Lo harás, lo sé.

Ya ves que no puedo ni siquiera escribir esto adecuadamente. No puedo leer. Lo que quiero decir es que debo toda la felicidad de mi vida a ti. Has sido totalmente paciente conmigo e increíblemente bueno.

Quiero decirlo — todo el mundo lo sabe — .Si alguien podía haberme salvado habrías sido tú. Todo lo he perdido excepto la certeza de tu bondad. No puedo seguir arruinando tu vida durante más tiempo.

No creo que dos personas pudieran ser más felices que lo que hemos sido tú y yo" (Virginia Woold).

 

Virginia, ¡nooo! – se escuchó un grito profundo –

Corrió sin tregua hasta el río. Encontró sus zapatos en la orilla. Se desplomó impotente sabedor de lo que había sucedido. Llorando lo encontraron abrazado a su carta y al par de zapatos de quien fuera su único y verdadero amor.

 

No tuvo descanso hasta que encontraron su cuerpo el 18 de abril. Casi un mes de su suicidio. Sus cenizas la sepultó a la sombra de aquel cedro que se encontraba en el camino. Árbol particularmente por ella admirado y querido.

  • Autor: hugo emilio ocanto (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 9 de julio de 2017 a las 02:00
  • Comentario del autor sobre el poema: Comenta su autor, Kavanarudén: Una figura que siempre me ha impactado ha sido el de la escritora Adeline Virginia Stephen, mejor conocida como “Virginia Woolf”. Nacida en Londres el 25 de enero del 1882. Considerada una de las más destacadas figuras del modernismo literario del siglo XX. Sobre su vida se basó un film protagonizado por Nicole Kidman junto con Juliane Moore y Meryl Strepp del 2002 que llevaba el nombre de “Las Horas” (The hours). La escritora sufría de trastorno bipolar. Particularmente sensible se vio muy afectada por la muerte de su madre cuando ella contaba con trece años de edad. En ese momento sufrió su primera crisis depresiva. Otra crisis fuerte depresiva la sufre a la muerte de su padre de cáncer. Desde ese momento en adelante vive cambios de humor y enfermedades asociadas. Contrae matrimonio con el escritor Leonard Woolf. Un matrimonio unido, feliz, solo disturbado por la enfermedad de la escritora. Inspirado a su figura he escrito este relato. Un abrazo a todos. Feliz fin de semana. Kavi Me uno a este extraordinario relato, interpretando sus letras, con autorización de su autor. Pasen un feliz día, amigas, amigos del alma. ¡¡¡ FELIZ DÍA DE LA PATRIA !!!. Hugo Emilio.
  • Categoría: Sin clasificar
  • Lecturas: 38
  • Usuarios favoritos de este poema: Anitaconejita, kavanarudén, Menesteo, JoseAn100, Edmundo Rodriguez, Lita_81, Max Hernandez, Hugo Emilio Ocanto.
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Comentarios8

  • EdithElviracolquirojas

    trágico pero bello relato

    • kavanarudén

      Muchas gracias por acompañarnos.
      Un desenlace trágico para la vida de esta atormentada mujer. Una persona que admiro.
      Lo escrito en la voz de Hugo adquiere fuerza y profundidad. Dios bendiga su gran don
      Un abrazo y de nuevo gracias Edith

      • Hugo Emilio Ocanto

        Gracias por acompañarnos Edith en este
        relato de Kavi, realizado con tanto talento.

      • Anitaconejita

        Hermoso trabajo, excelente presentación felicidades, por cierto tremenda la vida de esta escritora,
        Gracias por la entrega...

        • kavanarudén

          Muchas gracias por acompañarnos amiga querida
          Un tragico desenlace para una gran vida.
          Recibe de mi parte un fuerte abrazo y de nuevo gracias

          • Anitaconejita

            Abrazos amigo hacen un dúo perfecto, me gusto mucho

          • Hay 4 comentarios más

          • kavanarudén

            Mi querido hermano Hugo
            El relato en tu voz recobra vida, fuerza.
            Una historia triste de una gran mujer a quien admiro mucho.
            Muchas gracias por interpretarlo.
            Te mando un fuerte, fuerte abrazo y mil bendiciones.
            De nuevo gracias hermano.

            • Hugo Emilio Ocanto

              Mi querido hermano Kavi.
              Tus letras sabes que siempre me atrapan
              para interpretarlos.
              El gran drama en la vida de Virginia lo has realizado
              en la gran altura de escritor.
              Muchas gracias por permitir interpretar.
              Un fuerte abrazo, hermano del alma y mil bendiciones para ti.

            • Menesteo

              Hermoso relato de Virginia Woolf tanto en letras escritas como en la voz inestimable de Hugo Emilio Ocanto.
              Mi felicitaciones a ambos por tan arduo trabajo.
              Abrazos fraternos
              Menesteo

              • kavanarudén

                Muchas gracias por acompañarnos.
                Lo escrito en la voz, en la interpretación del gran Hugo adquiere fuerza y otra dimensión.
                Un abrazo y gracias de nuevo.

                • Hugo Emilio Ocanto

                  Muchas gracias por estar y comentar, José.
                  Agradecido por felicitaciones a ambos.

                  Abrazo fraterno.
                  Hugo Emilio.

                • JoseAn100

                  Bello escrito y tremenda declamación. El trastorno bipolar debe ser muy duro.

                  Buen finde a los dos.

                  • Hugo Emilio Ocanto

                    Gracias por acompañarnos JoseAn.

                    Buen finde, amigo.

                  • Khadija (Alyamar)

                    Un relato trágico que al escucharlo se siente más, wow, hasta la piel se me enchinó. Felicidades ha ambos muy buen trabajo... Saludos.

                    • Hugo Emilio Ocanto

                      Muchas gracias por acompañar, poetisa.
                      Un comentario que queda grabado en el alma.
                      Muchas felicidades en nombre de ambos.
                      Saludos.

                    • JAVIER SOLIS

                      No hay duda un dúo que dará que hablar Kavi un escritor de polendas y Hugo Emilio un intérprete de ensueño. El resultado una bella narración con tragedia y todo pero bellamente adornado por las escenas descritas,
                      Con fuerte abrazo para ambos.
                      JAVIER SOLÍS

                      • Hugo Emilio Ocanto

                        Un comentario el tuyo Javier que hace dar esperanzas
                        ante una renuncia de mi parte.
                        La presencia de los amigos alientan y fortifican espíritu.
                        Tu sensibilidad demuestra el buen ser que eres.
                        Gracias.
                        Un fuerte abrazo.
                        HUGO EMILIO

                        • JAVIER SOLIS

                          La renuncia mi querido amigo es retroceder en el camino andado, es mirar atrás cuando ya todo esta escrito. Tu eres un faro y sólo debes mirar para adelante y ser guía para navegantes poetas que a veces nos perdemos en la oscuridad del mar del arte y la creación.
                          Con gran aprecio
                          JAVIER SOLÍS

                        • Hay 1 comentario más

                        • Lita_81

                          Una biografìa preciosa, de una de las grandes escritoras, muy buen manejada connmaestrìa como siempre en mano de Kavanarudèn.. precioso, en todo au contexto, lentablemente la muerte el ùnico remedio ante la demencia que presentaba. Que podrìa decir si tanto, el escrito como la interpretaciòn magnofocamente manejado por dos maestros en su arte.
                          Un placer habérme deleido. Les cuento que leì y oì tan hermosa entrega.
                          Abrazos y cariños a ambos

                          • Hugo Emilio Ocanto

                            Es muy bueno y satisfactorio lo que usted expresa en su comentario, Lita.
                            Él alienta y fortifica los sentimientos, y eso es muy bueno de su parte.
                            Un gran placer nos acompañe en esta genialidad literal de Kavi.
                            Inmensas gracias, estimada y excelente poetisa.
                            Abrazos y cariños de ambos.



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